Cómo hackear una Cátedra

Este texto fue realizado para presentar en las II Jornadas Docentes de la Facultad de Sociales

Propuestas alternativas sobre la articulación teórico – práctico.

Hacer haciendo, 20 años de nuevos recorridos.

Como docentes, investigadores y comunicadores de una cátedra que ya está cumpliendo sus 20 años, nuestro objetivo fue, es y será crear un espacio en el cual sea posible reflexionar acerca de los nuevos productos culturales, audiencias, plataformas, formas de interacción y fenómenos sociales. Pero también, creemos fundamental formar actores que sean protagonistas de este proceso, capaces no sólo de comprender críticamente, sino de transformar nuestras maneras de hacer “haciendo”. Así fue como adoptamos la metodología de trabajos por proyecto, que cuenta con algunos ejes clave:

  • Investigación-acción: el primer paso para proponer nuevos caminos es investigar cuáles son aquellos que ya se han recorrido. Cómo funcionan las redes que nos conectan, cuál es el universo discursivo que se crea en torno a estas prácticas, cómo moldean nuestra identidad como ciudadanos, estudiantes, prosumidores y actores sociales. Esta búsqueda permite que cada alumno pueda traducir cada uno de los patrones que atraviesa su vida cotidiana y analizarlos a través del cristal del marco teórico para entonces crear productos, soluciones y mejoras.
  • Design thinking: para diseñar cada producto, recurrimos al pensamiento proyectual y aplicamos sus tres etapas. Comenzamos por la inmersión o apertura del campo de investigación (diagnóstico y reconocimiento del campo), continuamos con la ideación (desarrollo de hipótesis, preguntas de investigación, configuración de escenarios posibles, selección de herramientas, generación de bases de datos) y finalizamos con la producción (creación de visualizaciones, prototipos y maquetado para conformar un producto comunicacional, testearlo, confrontarlo y evaluarlo).
  • Filosofía maker: entendemos que la dimensión teórica y práctica corren a la par. La creación de proyectos implica un compromiso personal y grupal que incluye la búsqueda constante y multidisciplinaria de nuevos recursos, artefactos y herramientas que posibiliten la concreción de las ideas. De esta manera, los conceptos se traducen en investigaciones integrales, plataformas innovadoras, aplicaciones y sitios web que pasan a formar parte del portfolio profesional de cada futuro comunicador. Así, nos proponemos un gran desafío colectivo: aprovechar las potencialidades de cada alumno para conformar un equipo de trabajo capaz  de proponerles un método que los ayude a pensar cómo modificar la realidad desde la universidad, un proceso en el que tanto ellos como nosotros tenemos el gusto de aprender.

Para poder sostener esta modalidad proyectual es preciso cuestionar los procedimientos y formas tradicionales de las clases universitarias. Tanto los encuentros en los espacios de prácticos y de teóricos se plantean como instancias participativas, que permitan desjerarquizar las relaciones entre docentes y estudiantes para transformarlas en un proceso de producción de conocimiento. De esta manera, se propone un rol específico para ayudantes que se suman de forma activa al dictado de clases y ocupan una posición estratégica en el acompañamiento a los alumnos. Con el objetivo de apoyar el proceso de construcción de los proyectos de los estudiantes, a la vez que se ejercita una capacidad crítica sobre lo aprendido y sobre lo diseñado, varios ayudantes por clase se dedican a tutorear los proyectos, manteniendo una relación estrecha y cercana con cada equipo de trabajo. Este seguimiento, que junto a la creación de espacios virtuales de contacto y comunicación por fuera de las instancias presenciales (como grupos en Facebook), permite un ida y vuelta intenso y fluido que asegura la revisión y ajuste de los proyectos de cara a la evaluación final.

Con esta lógica, se plantean varias entregas parciales del proyecto a lo largo de la cursada, más una exposición grupal en el espacio de teórico hacia el cierre de la misma, para que el proyecto pueda pasar por muchas instancias de devolución tanto desde los docentes como de otros compañeros de cursada. La meta es, como ya se ha mencionado, aprender haciendo: las dificultades y errores son momentos de aprendizaje y superación que invitan a comprometerse en la cursada saliendo de los formatos que les resultan conocidos a los estudiantes.

Estos proyectos se gestan y desarrollan durante la cursada para culminar en la instancia de final. Una vez más, proponemos un corrimiento de las conocidas instancias de evaluación. En primer lugar, el trabajo es plausible de ser trabajado y mejorado en el período que va desde el último día de cursada hasta el día del examen final (de hecho, los estudiantes son alentados por los docentes para que así suceda). Este desarrollo también se acompaña mediante clases presenciales optativas o tutorías online de los ayudantes. En segundo lugar, se plantea un coloquio grupal, en la instancia de final (una vez aprobada la cursada). Se trata de generar un espacio dialógico y de intercambio, más que un chequeo de lectura o una revisión superficial de lo aprendido. La idea es que los estudiantes puedan no sólo presentar un trabajo, sino defenderlo como equipo de trabajo y reflexionar junto a los docentes que estén evaluando sobre su proceso de aprendizaje y la síntesis lograda en el proyecto. Es por eso que los grupos se presentan de a uno por vez, con horarios asignados y se les dedica un tiempo exclusivo, aunque muchas veces es presenciado por el resto de los compañeros de cursada. No hay “preguntas sorpresa” o un número limitado de respuestas correctas. El coloquio continúa el aprendizaje y permite cerrar un proceso, por lo que su transcurso varía de acuerdo al proyecto de cada grupo de alumnos.

Las incursiones proyectuales también se aplicaron a nuestra propia propuesta y así fue como cada año lo dedicamos a trabajar distintas temáticas: nos llevaron a analizar lo que denominamos Proyecto Facebook, abordando distintas dimensiones de un medio social emergente que reconfiguró tanto los lazos sociales como las huellas digitales, incursionar en los mecanismos de persuasión y viralización en el Proyecto REDiseñar, remixar y crear nuevos eslabones potenciales en el marco de la cultura de la convergencia y la ecología de los medios en Medios del Futuro,  así como también ser co-creadores de historias transversales en Narrativas Transmediáticas Interactivas (NTI). A partir del 2013, nos sumergimos en el estudio de grandes cantidades de datos para descubrir los patrones, ritmos y comportamientos que se esconden detrás de los procesos culturales de la mano de la cultura del software, el Big Data y las Humanidades Digitales. Esta metodología de trabajo nos permitió abordar objetos de estudio complejos con reglas específicas en el Proyecto YouTube, algoritmos sociales en El Fantasma en la Máquina y el mapeo de nuestra ciudad como gran red interconectada de datos en el Proyecto Smart Cities.
Junto a la Asociación Argentina de Humanidades Digitales (que conformamos junto a grupos de trabajo de la Facultad de Filosofía y Letras, la Universidad de la Plata y el CONICET) realizamos en el 2014 las primeras Jornadas en el Centro Cultural General San Martin. El año pasado llevamos a cabo el Simposio Maneras de leer en la era digital (Congreso Orbis tertius, UNLP), el panel informativo ¿Qué son las Humanidades Digitales? (Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires); Presentamos un panel de “Tecnologías, Culturas, Saberes. Las Humanidades Digitales y la analítica cultural en la investigación en Comunicación y Humanidades, en el Congreso Latinoamericano de Comunicación “30 años de itinerarios intelectuales: Preguntas, abordajes y desafíos del campo comunicacional” y finalmente, un panel sobre asociaciones de Humanidades Digitales en el II Congreso Internacional de la Sociedad Humanidades Digitales Hispánicas (Madrid, España). Este año realizaremos el I Congreso Internacional de Humanidades Digitales.

Para mostrar y difundir todo el trabajo realizado al interior de la cátedra como también la producción de los estudiantes en las distintas cursadas, hemos llevado a cabo un conjunto de Newsletters temáticos en los últimos dos años. Estos boletines digitales reúnen artículos especiales sobre los temas que tratamos en las diferentes cursadas (algoritmos sociales, humanidades digitales, prácticas innovadoras en la docencia, tecnología, nuevos formatos mediáticos, cultura maker, diseño especulativo, entre otros), comentarios bibliográficos, trabajos destacados de los estudiantes, material multimedia relacionado con nuestros diferentes objetos de estudio (blogs, notas periodísticas, videos, podcast) e información sobre eventos de interés para nuestra propuesta de trabajo.

(Re)inventando nuevos abordajes

A lo largo de la Carrera, los estudiantes de comunicación adquieren  diferentes lentes para observar el complejo y omnipresente entramado de medios: perspectivas que analizan las relaciones entre las máquinas y las nuevas subjetividades, miradas socio-empíricas que abordan la dimensión social, económica y política de los intercambios, estudios de consumos culturales que ponen de relieve la actividad de las audiencias al usar tecnologías digitales, borrando las distancias entre consumo y producción y las miradas etnográficas, que destacan la construcción social de la tecnología.

En los veinte años que pasaron como cátedra hemos dialogado con estas perspectivas: las hemos adoptado, criticado y reinventado; siempre abocándose a las nuevas relaciones entre tecnología y sociedad. Para nosotros, hoy en día los medios digitales se volvieron protagonistas de estos intercambios, y es por esto que en los últimos años, en los últimos proyectos, los hemos abordado como objeto de estudio.

Este tipo de acercamiento lo encontramos en perspectivas como las humanidades digitales (Hayles, 2012; Berry, 2013), la analítica cultural (Manovich,2007) y la culturonomía (Aiden y Michel, 2013)  que han avanzado en la construcción de abordajes teóricos y prácticos, basados en software, para el procesamiento, el análisis y la interpretación de grandes cantidades de datos culturalmente significativos, combinando elementos como el procesamiento informático de datos, nuevas formas de visualización de información y nuevas modalidades de lectura. En síntesis, estas perspectivas tienen en cuenta el carácter cuantitativo a gran escala y el papel protagónico del software, determinantes ambos para la producción cultural actual.

Tal como señala Manovich (2012), uno de los precursores de la analítica cultural, ya no tenemos que elegir entre la magnitud de la información y su profundidad. En vez de tener que generalizar desde pequeños ejemplos o depender de nuestra intuición, podemos estudiar patrones culturales exactos formados por millones de textos culturales.

Hoy en día hay más de 3 mil millones de usuarios en Internet, se envían más de 180 mil millones de e-mails, se realizan casi 4 mil millones de búsquedas en Google, se twittean 500 millones de tweets, se miran 8 mil millones de videos en YouTube, se suben 69 millones de fotos a Instagram y Facebook, el país más poblado del mundo, tiene 1 mil 600 millones de usuarios. A cada paso, con nuestros dispositivos móviles, desde nuestras computadoras en nuestra casa y nuestro trabajo otorgamos datos de nuestra ubicación, de nuestras películas favoritas en Netflix, y las canciones más escuchadas en Spotify.

Esas ingentes cantidades de información que se generan en medios digitales son almacenadas en bases de datos, etiquetadas con metadatos, e incluso geolocalizadas, asociadas a un historial, permitiendo crear perfiles de usuarios e incluso rastrear patrones de comportamiento. A esto es lo que llamamos “big data” y no es notable únicamente debido a su tamaño en términos de cantidad de datos sino por cómo éstos están relacionados entre sí.

El software nos brinda nuevas herramientas que permiten agilizar los procesos y extender nuestra mirada sobre aquellos objetos que no podríamos abordar a través de otras metodologías. Sin embargo, no nos brinda respuestas automáticas para resolver todas nuestras preguntas y allí es donde toma protagonismo nuestro lugar como analistas.

Las perspectivas teórico-prácticas mencionadas necesitan de la combinación de nuevas técnicas de lectura e interpretación. El scraping es una de las novedosas técnicas basadas y mediadas por software más utilizada para el procesamiento, el análisis y la interpretación de grandes cantidades de datos culturalmente significativos. Su popularidad quizás se deba al auge que presenciamos de la Web en tiempo real (Marres y Weltevrede, 2012).

Scraping es la acción de extraer de manera automática datos de un sitio web que podremos tratar como información. Si consideramos que la voz scraping en inglés significa “rascar” o “rasgar”, tal vez podamos comprender que lo que hacemos mediante esta técnica es recuperar datos crudos, que si bien están estructurados en el sitio web al que pertenecían de manera original, necesitarán de una nueva organización para poder ser leídos e interpretados y convertirse en información relevante para nuestra investigación (Carvajal, 2013). Mediante la ejecución de un software desarrollado para tal fin, y dependiendo del proyecto, podremos recuperar diferentes tipos de datos: desde los que se encuentren en un informe en PDF para verterlos en una hoja de cálculo, pasando por un conjunto de imágenes publicadas en una red social, los tweets que se hayan escrito sobre algún acontecimiento, o también grandes cantidades de cuentos, novelas y guiones de películas. Incluso podremos extraer las discusiones que se encuentran detrás de un artículo publicado en una enciclopedia colectiva online, como es la Wikipedia.

Debemos tener en cuenta que los datos que estamos interesados en recolectar son estructurados en cada sitio en función del interés particular del programador, que no siempre está definido por un protocolo universal, ni coincide con el interés del investigador. Por este motivo recurrimos a las APIs (Interfaces de programación de aplicaciones o en inglés, Application Programming Interfaces). Estas son las encargadas de organizar las consultas para que podamos recolectar la información que nosotros vemos traducida en las interfaces como palabras clave u horarios, ubicaciones, hashtags, etc.

Los herramientas y aplicaciones utilizadas para recuperar información utilizan estas APIs para acceder a los datos y los reorganizan en función del propósito del analista. Allí reside la importancia de comprender este proceso para poder realizar preguntas que sean pertinentes a la hora de extraer la información y participar activamente en la estructuración de las mismas, antes de procesarlas e interpretarlas. Èsta, es una de las tareas que ocupan nuestro trabajo con los estudiantes desde el primer encuentro.

A lo largo de estos últimos tres años hemos explorado estas perspectivas y nos hemos dedicado a traducir tanto sus postulados teóricos como sus abordajes metodológicos a partir de la elaboración de distintos dispositivos pedagógicos para sistematizarlos e introducirlos en los proyectos anuales:

  • Traducciones de textos: la bibliografía que utilizamos en general está en inglés, debido a su actualidad, por ello gran parte del trabajo que realizamos a lo largo de nuestros seminarios internos de formación es traducir textos que por el momento no tienen su versión en castellano.  
  • Talleres locales e internacionales: talleres de scraping textual y visual que se replican en las clases. Además, los hemos realizado tanto en jornadas nacionales, como las I Jornadas de Humanidades Digitales, organizada por la Asociación Argentina de Humanidades Digitales, como en el Seminario de Métodos Digitales, que se dictó en el marco de la Maestría de Comunicación de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Este año se replicará en el Congreso Latinoamericano de Investigadores de Comunicación (México).
  • Elaboración del artículoLos aportes de la analítica cultural a las técnicas de investigación”: sistematiza y ejemplifica (en castellano) los postulados teóricos de estas perspectivas y brinda herramientas para los estudiantes para que puedan replicar ese proceso en sus propios proyectos.

El proceso de sistematización y  la traducción, impacta directamente en nuestra  formación como en los nuevos abordajes metodològicos que realizamos para analizar los nuevos medios, girando radicalmente la forma con la cual trabajamos con los estudiantes a lo largo de todos los encuentros del cuatrimestre.

Esta materia orienta los conocimientos teóricos y conceptuales a su aplicación práctica; la forma general de trabajo es en una modalidad taller y el propósito es que los estudiantes elaboren un proyecto de investigación y de diseño. Fundamentalmente la elaboración del proyecto se lleva a cabo en los prácticos. Las clases teóricas también brindarán herramientas para su desarrollo.

Nuevas fronteras: las Humanidades Digitales

Durante el último cuatrimestre y el curso de verano, el trabajo académico consistió, a partir de las herramientas del diseño especulativo, diseñar y prototipar un algoritmo socialmente útil. El mismo, debía intervenir en uno existente, sin afectar ni reducir la privacidad de los usuarios de plataformas sociales. Es decir, se trata de construir un dispositivo socio-técnico que puede pensarse en un futuro plausible, y que  pueda proponer una construcción social  para un tema dado, embebida dentro de un dispositivo.

Dadas las teorías y mediante las diferentes técnicas de investigación abordadas lo que apuntamos es a la elaboración de una pregunta de investigación, donde primero invitamos a los estudiantes a realizar un diagnóstico sobre alguna práctica actual, que involucre la intervención de un dispositivo en el que funcione un algoritmo social (en el caso de este año), para luego poder proponer su propio diseño.

Bajo el encuadre teòrico que brinda la bibliografìa, analizar ejemplos,  repensar las prácticas tecnológicas en las cuales se encuentran embebidos, y elaborar un diseño, los  alumnos puedan distanciarse de su creación para hacerse preguntas sobre lo que han elaborado al tiempo que nosotros, los docentes, seguimos su recorrido cuestionàndonos los aprendizajes realizados y compartidos.

La entrega del Trabajo Final es multimedial. Su desarrollo se documenta en un blog o página web donde se plasma la totalidad del proceso realizado. También hay exposiciones  orales en los prácticos y teóricos que permiten ir comprendiendo el lugar protagónico de la producción académica, ensayando nuevas oralidades y miradas críticas sobre lo producido.

El fantasma en la máquina

El comunicador es un profesional que constantemente trabaja y se vincula con otras disciplinas. Funciona como productor y transformador, pero también como traductor, enlace, puente y articulador. En este sentido, resultó importante que en cada uno de los proyectos que los alumnos plantearon, en el marco de nuestra última propuesta anual “El fantasma en la máquina”, prototipos de algoritmos sociales que podrían facilitar y automatizar tareas cotidianas. Ellos fueron capaces de pensar qué  y cuáles efectos querían generar a través de sus creaciones.

Este ejercicio crítico partió no sólo de sus conocimientos académicos sino de su experiencia de vida ¿cuáles son las contradicciones de estos algoritmos sociales y cómo podrían superarse? ¿qué problemáticas podrían solucionar? ¿cuál es su impacto sobre la Universidad, las relaciones sociales y la ciudad?

Haciendo un recorrido por los temas más abordados en los distintos proyectos que fuimos transitando en estos ùltmos años, sumando nuestra reflexión sobre las relaciones entre tecnología y sociedad, encontramos tres grandes ejes que deseamos plantear: por una parte, los estudiantes hicieron hincapié en que las tecnologías imaginadas posibilitaron una universidad diferente; una que nos / los aborda como sujetos activos y no como objetos estáticos, pasivos. En este sentido, vieron visibilizadas sus necesidades como estudiantes y de alguna maner, se suturo las instancias entre la universidad como institución y comunidad educativa. En segundo lugar, se diseñaron algoritmos que planteen nuevos mecanismos para generar vínculos sociales en diversas situaciones y espacios cotidianos. Finalmente, hubo algunos proyectos con una marcada orientación social, señalando las deficiencias de transporte, las faltas de acceso a servicios básicos, la visibilidad de sectores urbanos en riesgo, la seguridad y otras cuestiones, buscando mejoras en la vida ciudadana.

Lo explicitado anteriormente, toma como referente lo elaborado en el  segundo cuatrimestre de 2015 en el Colectivo Datos:  202 alumnos trabajaron en 40 proyectos que fueron evaluados en el coloquio final según las siguientes dimensiones: pensamiento algorítmico, originalidad o innovación social, diseño de interfaz, comunicación de la idea. Algunos de los Proyectos más destacados fueron:

147+

Integrantes: Antonella Garibaldi | María Segura | Daniela Vergani | Ana Florencia Rossi

Resumen: Proponen el mejoramiento del 147 a través de la incorporación de un mapa satelital que capte las villas de Buenos Aires y estimule la participación de la comunidad.

Informe final: http://es.scribd.com/doc/291004030/147-Grupo-4

Presentación en el coloquio: https://prezi.com/iapujkwwuysw/taller-de-introduccion-a-la-informatica-telematica-y-al-pro/

Subte

Integrantes: Ayellén Colloca, Guido Giambartolomei, Florencia Gutiérrez, María Eugenia Hernández, Malena Mereles

Resumen:  Proyecto Subte Inteligente (en sus siglas Proyecto SI) es una propuesta cuyo objetivo es mejorar el servicio de subtes porteños y lograr que los pasajeros puedan viajar en mejores condiciones. El mismo busca servirles a los ciudadanos a partir de un sistema inteligente capaz de poner  en relación el caudal de pasajeros usuarios del subte y la frecuencia variada de la línea.

Por medio de un conteo de pasajeros ingresantes y salientes del subte se modificará o no la frecuencia de los coches de cada línea, adecuándose al movimiento de gente dentro de la línea. Asimismo, también se les brindará información a los pasajeros acerca de las condiciones del estado de los subtes.

Informe final: https://viajandoensubte.wordpress.com/2015/12/06/el-informe/

Presentación en el coloquio: https://viajandoensubte.wordpress.com/2015/12/03/prentacion/

Algoritmos para #Fsoc

Integrantes: Estefanía Aguirres, Lucero Argañaraz, Yelva Aubone, Sofía Barbieri, Paula Barrios Bellido, Alfredo Benavidez, Laura Benegas, Lorena Bermejo, Juliana Blaiotta, Delfina Carbone Mac Grath, Nicolás Carnevalle, Solange Castro, Pablo Del Carpio, Lara Dobniewski, Lautaro Fernández y Mayán, Joaquín Figueroa, Magalí Forte, Carmen Galán, Carolina Gómez, María Victoria Hidalgo, Iván Juárez, Clara Lifman Jamui, Maribel López, Joaquín Lumelsky, Fernando Montecinos, Micaela Palazzo, Eliana Pereyra, María Belén Pollaccia, Heiner Rincón Herrera, Matías Salemi, Santiago Salton, Agustina Santillán, Teo Saralegui, María Florencia Zino.

Resumen: Algoritmos para #Fsoc reúne 8 proyectos que buscan generar efectos sobre los vínculos, las producciones y las concepciones de la Universidad. Incluyen algoritmos de recomendación que buscan dar respuesta a demandas cotidianas de la vida universitaria (cómo armar un buen grupo de trabajo en el que se combinen distintas habilidades, cómo conseguir interesados para desarrollar un proyecto o emprendimiento nuevo, cómo elegir compañeros compatibles para convivir en una zona cercana a la facultad), “objetos no convencionales” que crean espacios para la discusión y el debate acerca de modos alternativos de ser (un mapa del conocimiento, un dispositivo que registra las acciones del estudiante y un traductor que retoma la dimensión social además de la semántica) y prototipos que tematizan de distinto modo al espacio (uno de ellos visualiza la cantidad de pasos en tiempo real con la finalidad de aplicar una mirada crítica y optimizar la circulación, el otro es un algoritmo de recomendación y filtrado colaborativo de la oferta cultural de la zona de la facultad).
Puede encontrarse cada uno de los informes y presentaciones finales del coloquio dentro del sitio web.

 

Bibliografía

Aiden, E. y Michel, J.B., (2013). Uncharted. Big Data as a Lens on Human Culture. New York: Penguin Group.

Berry, D. (2011).  “Digital Humanities: First, Second and Third Wave”. Recuperado de http://stunlaw.blogspot.com.ar/2011/01/digital-humanities-first-second-and.html

Caravajal, R. (2013). “Qué es el scraping y cómo hacerlo bien”. en VV.AA. Manual de Periodismo de Datos Iberoamericano. HIVOS, International Center for Journalists (ICFJ),  y Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado de Chile. Recuperado de http://manual.periodismodedatos.org/rigoberto-carvajal.php

Hayles, N. K. (2012). How We Think: Digital Media and Contemporary Technogenesis. Chicago: University of Chicago Press.

Manovich, L. (2007). “Cultural Analytics: analysis and visualization of large cultural data sets” , publicado el 30 septiembre 2007. Recuperado de http://www.manovich.net/cultural_analytics.pdf

Manovich, L. (2012). “From Readers to pattern Recognition”. Recuperado de http://thecreatorsproject.vice.com/blog/guest-column-lev-manovich-takes-us-from-reading-to-pattern-recognition

 

Autoras: Alamo, Sofía; Chetto, Melisa; González Ocampo, María Eugenia , Migliorini, Agustina y Estela Dominguez Halpern

Comentarios

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