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Teórico 3. Analítica cultural. Las ciudades en los medios sociales

Unos años después de que los “cibernautas” o los “navegantes” comenzaran a  usar la WWW como espacio de  consulta no lineal  de información archivada, dos importantes cambios modelaron la Web como la conocemos: la Web 2.0  y Google .  La primera  surgió como respuesta entrópica al desmoronamiento de las grandes empresas proveedoras de contenidos que hasta el año 2000 cotizaban en la bolsa de Nueva York, y depositó   la producción de contenido en manos de los usuarios finales. La World Wide Web se reinventó a sí misma cambiando al gran portal concentrador de audiencia por la larga cola de audiencias atomizadas, sustituyendo al usuario navegante por el usuario productor de blogs, wikis y fotologs, “padres fundadores”  de las actuales redes sociales.  Los modos en que la información fluye actualmente responden al paradigma de la llamada  por Henry Jenkins   cultura de la convergencia, la que coloca su primer mojón en la red de la mano de la actividad de los usuarios bloggers, de la cual  la historia de Bert is the devil! http://news.bbc.co.uk/2/hi/south_asia/1594600.stm es el primer mojón del flujo de información que se construye de manera convergente entre los usuarios, quienes ya no usan la web sólo para consultar información, sino también para producir contenidos, y las plataformas mediáticas.

Una web prácticamente producto de la cultura de la convergencia.

¿Qué quiere decir esto?

a Que las prácticas tecnoculturales de los usuarios son culturalmente significativas. Esto quiere decir que son prácticas productoras de  sentido individual, pero también social. Que las prácticas culturales organizan formas de sociabilidad, percepciones estéticas, formas de construcción de identidad individual y colectiva.

  1. Que las prácticas culturales actuales son prácticas mediadas por software.
  2. Que no podemos ignorar la dimensión del software en la cultura actual (agregaría en la cultura, la economía de la información, la formación de subjetividades, los modos en que nos comunicamos con los otros, y las maneras en que percibimos el mundo). Que el software entonces juega un rol fundamental en la producción de cultura de este momento.

La significación cultural del “Me gusta”

¿Cuáles son las prácticas mediadas por tecnologías culturalmente significativas y cómo adjudicamos significación cultural a esas prácticas?

Es allí que no podemos tomar los eventos en forma aislada. Cada evento forma parte de un aspecto más amplio del quehacer humano:

  • Contar la historia de la propia vida (narrativas on line)
  • Construir o reafirmar  valores subjetivos e identitarios
  • Construir una comunidad de intereses
  • Formar parte de un acto creativo público y colectivo , por ejemplo con memes
  • Participar  colectivamente de la esfera pública  a través de redes sociales

Existen prácticas, contextos, y comunidades de participación. No todo gesto participativo tiene el mismo valor.  Ejemplos de audiencias participativas actuales y cercanas pueden verse en la parte blanca del prezi.

Las participaciones de los usuarios en las redes sociales biográficas como Facebook, de microblogging, como Twitter, de producción audiovisual, como YouTube, de fotografía, como Instagram, o las recurrentes prácticas de búsqueda en plataformas como Google son paradigmáticas de la convergencia cultural, y constituyen prácticas habituales y significativas para los propios usuarios, para otros destinatarios y hasta para los medios  masivos de comunicación, que recurren a ellos para producir noticia de varios modos. Siendo que los múltiples espacios de la comunicación individual y social se encuentran atravesados por prácticas de este tipo, su análisis y comprensión se hacen necesarias.  Pero dada la gran escala  y la velocidad con que se concretan estas prácticas, las miradas cualitativas e interpretativas sobre estos fenómenos suelen ser insuficientes a la hora de su análisis. En los últimos años surgieron abordajes trans-disciplinarios que tienen en cuenta tanto el problema de  la cantidad de la información producida como el significado de las prácticas culturales que puede atribuirse a esa producción.

Pero en estos últimos ejemplos, la dimensión de la escala de las interacciones es sumamente trascendente. Según el sitio Internet Live Stats, http://www.internetlivestats.com/,   que brinda estadísticas de Internet en tiempo real, cada día se suben cerca de 60 millones de fotos a Instagram, se escriben 350 millones de twits, se ven tres mil ochocientos millones de videos en YouTube, se postean cerca de dos millones de publicaciones en Blogger. La interacción entre producción de información a gran escala, software y usuarios se instala cotidianamente en nuestras prácticas culturales, cada vez más modeladas por un software del que poco conocemos. En consecuencia, los investigadores sociales  también necesitamos de un uso intensivo de software para poder comenzar a dar cuenta y a comprender la importancia cultural de estas recientes producciones digitales.

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¿Cómo leer, comprender e interpretar las prácticas culturales encarnadas en estas producciones? Manovich propone el concepto de “analítica cultural” para el análisis de grandes cantidades de información culturalmente significativa. La propuesta del investigador es analizar las prácticas tecnoculturales de los usuarios de medios sociales pero sin tener que renunciar a la escala de las prácticas. Para ello desarrolla métodos de investigación basados en el procesamiento de grandes cantidades de información, en su caso, visual, aplicándola o bien a la producción de imágenes en un campo y período dado, como en un medio social acerca de un objeto determinado.  Lo que buscan tanto el primero como el segundo, son recurrencias y repeticiones de elementos, denominadas también patrones,  que delineen una tendencia interpretable (Manovich, 2009: http://manovich.net/content/04-projects/063-cultural-analytics-visualizing-cultural-patterns/60_article_2009.pdf.)  Tanto la lectura distante como la analítica cultural no sustituyen el análisis cualitativo por el recuento cuantitativo, sino que asumen los dos métodos como complementarios. Se trata de incorporar el problema de la cantidad de información producida en medios digitales al análisis interpretativo de los objetos digitales culturales, renunciando a las lecturas precisas y detalladas de los objetos individuales, pero incorporando una lectura significativa y abarcadora de la totalidad del sistema.

Para llevar a cabo un análisis ubicado dentro de los parámetros de la analítica cultural o la lectura distante, existen un conjunto de aplicaciones de recolección, procesamiento y visualización de información públicamente disponibles en la Web. En los apartados siguientes desarrollaremos un estudio de caso aplicando dichas metodologías y herramientas.

El scraping como método de investigación digital.

Las perspectivas teórico-prácticas mencionadas, como las humanidades digitales, la analítica cultural y la culturonomía, necesitan de la combinación de nuevas técnicas de lectura e interpretación. El scraping es una de las novedosas técnicas basadas y mediadas por software más utilizada para el procesamiento, el análisis y la interpretación de grandes cantidades de datos culturalmente significativos. Este método de investigación combina distintos procedimientos de análisis como el procesamiento informático de datos, nuevas formas de visualización de información y nuevas modalidades de lectura.

Es por esto que a lo largo de esta sección, exploraremos cómo utilizar el análisis computacional y la visualización de los contenidos textuales de medios sociales y medios tradicionales en su versión digital para estudiar patrones sociales y culturales en la construcción de noticias. Además, indagaremos cómo podemos leer e interpretar estos contenidos en múltiples escalas.

Scraping es la acción de extraer de manera automática datos de un sitio web y que podremos tratar como información. Si consideramos que la voz scraping en inglés significa “rascar” o “rasgar”, tal vez podamos comprender que lo que hacemos mediante esta técnica es recuperar datos crudos, que si bien están estructurados en el sitio web al que pertenecían de manera original, necesitarán de una nueva organización para poder ser leídos e interpretados y convertirse en información relevante para nuestra investigación. Mediante la ejecución de un software desarrollado para tal fin, y dependiendo del propósito de nuestro estudio, podremos recuperar diferentes tipos de datos: desde los que se encuentren en un informe en PDF para verterlos en una hoja de cálculo, pasando por un conjunto de imágenes publicadas en una red social, los tweets que se hayan escrito sobre algún acontecimiento, o también grandes cantidades de cuentos, novelas y guiones de películas. Incluso podremos extraer las discusiones que se encuentran detrás de un artículo publicado en una enciclopedia colectiva online, como es la Wikipedia.

Durante la versión presencial del teórico nos detuvimos en uno de los primeros artículos en la línea de la analítica cultural, “Instagram cities”, que figura en la bibliografía de la unidad 1. Mientras atravesábamos diversas imágenes del artículo y aprendíamos a leer sus visualizaciones, que trabajan con variables como ciudad, fecha de publicación, matices, brillo, filtros y otras, fuimos formulando algunas conjeturas y preguntas posibles a un set de datos sobre imágenes de ciudades. Seguramente quienes hayan asistido tendrán presente la conversación a la que las inspiradoras imágenes de Manovich nos remitieron.

Hasta la próxima.

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