Toasterproject4arobot triste7 Koby Barhad Elvis 1_webFicciones funcionales, ética especulativa y las muchas “otras” historias (Parte 3)

Ficciones funcionales, ética especulativa y las muchas «otras» historias (Parte 3)

«Una novela no remite a la realidad sino a la existencia. Y la existencia no es lo que ha ocurrido, la existencia es el mundo de las posibilidades humanas, todo aquello en lo que el hombre puede convertirse, todo aquello que es capaz de hacer. Los novelista dibujan el mapa de la existencia despertando una u otra de las posibilidades humanas» (Milan Kundera El Arte de la Novela, 1988)

En una conjunción de un diagrama de Venn superpuesto que pone en resonancia al Diseño, la Filosofía y los Materiales construimos un tyerritorio con une norme potenciald e análisis y síntesis. Cada día nos interesa mas el carácter generativo del diseño, nos fascina verlo operando con nuevos materiales (reales e imaginarios), pero esta conjunción solo se vuelve explosiva cuando es atizada por el valor de la especulación, de preguntas como ¿porqué no?, o ¿que pasaría si? especialmente en clave filosoófica o epistemológica.

Iniciamos esta movida en nuestro post Introducción al diseño especulativo: ficción, hackeo y social dreaming; y lo continuamos con un segundo: El diseño especulativo a mitad de camino entre la crítica textual y el shock (distante) del arte

Aquí continúa esta saga que tiene todavía muchos ases bajo la manga, y que seguramente será la base de nuestro libro posterior al que aun estamos redactando sobre las Bandas Creativas. Cuando creíamos seca la inspiración, nuevamente una conjunción azarosa, pero sedimentada en décadas de lecturas y experiencias, se arrebató y nos puso en camino hacia un nuevo destino literario.

1. Rompiendo límites

Carne in vitro

Para Anthony Dunne el poder del diseño por encima del arte en relación a la tecnología radica en su capacidad para disponer a los desarrollos tecnológicos en situaciones imaginarias, pero creíbles, de modo de explorar consecuencias posibles mucho antes de que ocurran. Trabajando en la última década con sus estudiantes en el Royal College of Art de Londres, su consigna fue siempre no empezar con un problema o una necesidad, sino sugerir a los estudiantes algunas áreas de investigación científica, imaginar qué podía suceder en ellas cuando la investigación deja el laboratorio y se posiciona en la vida cotidiana, y finalmente encarnar estas cuestiones en propuestas de diseño que aticen la discusión y la controversia. De lo que se trata es de generar dispositivos que multipliquen preguntas en vez de brindar respuestas o resolver problemas.

El trabajo de James King Dressing the meat of tomorrow partió de la siguiente pregunta: ¿Qué pasará cuando no nos alimentemos mas de animales? Si nos imaginamos que la carne in vitro se ha vuelto más rentable, de mayor calidad y más humana que la ganadería tradicional, entonces ¿qué clase de carne estaríamos comiendo? ¿De qué tamaño sería si ya no está limitada por el tamaño del animal? ¿Qué forma tendría si ya no estuviera limitada por la anatomía?, ¿Cuánto costaría y quién la compraría?, ¿Nos gustaría comer objetos de este tipo?

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La imagen aquí arriba no es más que un modelo de poliéster reforzado con fibra de vidrio hecha con la amable ayuda de una fábrica de comida falsa en Londres. Si tiene algun valor (tiene todo el valor para nosotros) es como una obra de ficción. La intención de King fue diseñar un pedazo de carne in vitro artesanalmente, en lugar de la homogeneidad producida en masa y, dependiendo del gusto de cada quien que pareciera lo suficientemente sabrosa como para querer comerla.

Pero en el camino tuvo la osadía de querer experimentar él mismo con técnicas de injerto de tejidos y se encontró con una sorpresa mayúscula. La única fuente de nutrientes fiables para cultivos celulares es un suero extraído a partir de los fetos de terneros en el momento de la matanza de su madre. Esta no es la sustancia más agradable para tratar, o incluso con la cual pensar, pero a menos que se pueda encontrar una alternativa sintética, la idea de la industrialización de la producción de carne in vitro parece ridícula. No tiene sentido sacrificar dos vacas para alimentar el crecimiento de una pequeña cantidad de carne in vitro.

A partir de estos ejemplos de diseño especulativo el debate acerca de si la carne in vitro es buena o mala puede llegar a ser menos abstracta y surgen nuevas preguntas, la más importante de las cuales es «¿Nos gustaría comerla sabiendo en el medio la cantidad de barbaridades que se cometieron en su nombre

Diseñando órganos

A medida que la población mundial envejece y que las enfermedades debidas a nuestro estilo de vida aumentan, nos enfrentamos a una creciente escasez en la donación de corazones. Con el «Organ Crafting«, se reprograma genéticamente a gusanos de seda para tejer estructuras de seda en forma de corazón en lugar de capullos. Sembradas con células de corazón del paciente, estas estructuras crecen convirtiéndose en órganos de reemplazo sin riesgo al rechazo. Una vez que la seda biodegradable se disuelve, el nuevo corazón está listo para salvar una vida.

Como en los casos anteriores no se trataba de prefigurar productos sino de generar propuestas evocativas de lo que podría llegar a ser un enfoque para la creación de órganos. No sabemos cuan lejos estamos de llegar a esas posibilidades, pero peor aun, todavía carecemos de baremos morales o estéticos para preevaluar esas posibilidades.

Oscilamos siempre entre fantasías tecno-optimistas y tecno-pesimistas sin demasiado arraigo en modelos materiales mas o menos creíbles, y sin los cuales es muy difícil imaginar cadenas causales frente a las maravillas o los monstruos que podemos llegar a generar.

Fabricando las tetas de Marilyn Monroe

Emily Hayes creó una fábrica del futuro que utiliza la ingeniería de tejidos para hacer crecer y fabricar productos que contengan «biopresencia» de las celebridades. Estos productos se venden luego como mercancías deseables y parafernalia para los consumidores que están desesperados por tener en sus manos una pieza real y viva de sus íconos. ¿Cómo es un día en la vida de los trabajadores de una fábrica tan singular? ¿Quiénes son y cómo se sienten acerca de los objetos que producen? ¿Cómo se aplican las regulaciones estándar de una fábrica en el caso de estos ejemplos? ¿Se trata de un posible uso indebido de una tecnología hermosa como corroboran estos extraños productos lindando en lo morboso y lo incomprensible?

Producto 1 miniatura del pecho de Marilyn Monroe generado a partir de su tejido mamario robado de su autopsia, el 5 de agosto de 1962.

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Producto 2 sección transversal de Michael Jackson del cerebro cultivado a partir de su desaparición del cofre de oro en el día de su funeral, el 7 de julio de 2009.

Producto 3 piel de John F Kennedy, sacada de su prepucio quitado a la edad de 21 años, en febrero de 1938, debido a la irritación y la tirantez. Un prepucio de un bebé recién nacido puede crecer hasta el tamaño de un campo de fútbol de la piel, y por lo tanto este tejido se presta bien a la fabricación.

Si bien la autora se toma el tema muy a la chacota, muestra con suma habilidad y capacidad crítica los enormes riesgos que sencorren cuando llevamos los productos de los laboratorios a la vida cotidiana. Tanto las propuestas de Hayes como las de Ranner tienen una característica curiosa. En vez de espantarnos con dramas estéticos góticos, o con hipótesis morales dudosas acerca del comercio de los tejidos, se enzarzan en un aspecto inesperado: la representación visual de las biotecnologías que abren nuevas dimensiones del debate al apartarnos de la ciencia-ficción, y hacwernos concentrar en el consumo de masas.

2. De Robots, identidades robadas y la ética especulativa

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Robots repulsivos

Se habla mucho de robots que no solo nos robarán nuestro trabajo sino que empezarán a fungir como reemplazo de los humanos en tareas que van desde el cuidado de los ancianos hasta convertirse en parejas sexuales manipulables. Pero se especula poco y nada acerca de nuestra capacidad de afrontar las heridas narcisistas que estas nuevas relaciones emocionales nos depararán.

Kevin Grennan en su proyecto The smell o control: fear, focus, trust se vale de la ilustración, el video, la programación y la electrónica, para construir piezas que cruzan experimentos robóticos con el comportamiento químico de los seres vivos.

Sus prototipos son tres robots equipados con glándulas sudoríparas, cada uno utiliza una propiedad específica del organismo humano en respuesta a un estímulo químico. Uno de los robots esparce una hormona sobre el paciente antes de proceder a una cirugía compleja, otro usa un químico del sudor masculino para calmar a las mujeres y aumentar su productividad, y el último sirve para desactivar explosivos, y mientras se trabaja en ello expulsa el olor hormonal que se asocia con el miedo y aumenta así la concentración. Grennan genera un contraste absurdo entre la naturaleza antropomórfica de las máquinas y el rol del olfato en el momento de tomar una decisión.

En otra experiencia un robot androide se desespera al no poder apagar unas velas puesto que carece de pulmones

Ejemplos como estos complican nuestra futura relación con las máquinas y abren el terreno para una ética especulativa que generará dispositivos aun mas tenebrosos como «cultivar» animales transgénicos jubilados como caballos, vacas o perros o para usarlos como ‘maquinas animadas de diálisis» (ver Revital Cohen Life Support (2008)) o como respiradores artificiales.

Podemos ir mas lejos aun como hace Ai Hasegawa quien en I Wanna Deliver a Shark (2012) abriendo la posibilidad a una maternidad centrada, ya no en seres humanos, sino en animales domésticos y comestibles, y las difíciles decisiones que acarrearía mantener el instinto maternal aplicándolo a los no-humanos.

¿Dónde radica el sentido del yo?

Por si todas las provocaciones anteriores no fueran suficientes, la cereza que corona la torta es la obra de Koby Barhad All that I am: from a speck of hair to Elvis Presley’s Mouse Model (2012).

Su objetivo fue crear un ratón de Elvis (a la Elvis). Una combinación de tres servicios en línea hacen posible este proyecto. Las muestras de pelo de Elvis Presley, compradas en Ebay se enviaron a un laboratorio de secuenciación de genes para identificar los diferentes rasgos de comportamiento (variando desde la sociabilidad y el rendimiento deportivo a la obesidad y la adicción). Usando esta información, se producirían clones de ratones transgénicos con rasgos similares el original. Los modelos clonados genéticamente de Elvis (en este caso) se pondrían a prueba en un grupo de varios entornos modelos de ratones, simulando algunas de las circunstancias biográficas significativas de su vida.

¿Es posible cuantificar nuestra vida a través de una serie de condiciones y eventos? ¿Cuáles son los aspectos de la vida que son responsables de que nos convirtamos en quienes somos? ¿Comprar un artículo usado nos da el derecho legal de acceder a los datos genéticos de otros? ¿Pueden los modelos de ratón de nosotros mismos ayudar a prepararnos para los futuros posibles o se nos impondrán otros? ¿Vamos a tomar decisiones diferentes reviviendo la misma vida? ¿Puede un ratón ser Elvis? ¿Qué nos hace creer que puede (no)serlo?

El artefacto producido por Koby Barhad es una torre de simulación de entornos de comportamientos de ratones (en este caso devenidos Elvis). Cada comportamiento simula momentos biográficos claves en la vida de Elvis.

La moraleja del montaje material es mas que evidente. Debemos dejar de pensar ingenuamente que un clon es nada mas y nada menos que la reproducción material de otro ser viviente. La torre satiriza la idea de comportamientos modularizados y simulables en entornos controlados.

Lo mas interesante de todos estos proyectos es que no responden a ninguna pregunta inteligente, sutil, construible, valorada, y sobretodo comercializable. Son solo máquinas para hacernos preguntas. Se trata de limas a la cordura que ponen a prueba nuestras creencias y valores y nos muestran (latouraniamente), pero no por la vía del discurso sino de la producción) que lo que llamamos naturaleza es todo menos eso, es siempre pura cultura.

Cada uno de estos proyectos especulativos viven en un limbo epistemológico, habitan ese tercer espacio (que Foucault anunciaba en la introducción aLas palabras y las cosas) entre las ideas y la materia, entre lo real y lo simbólico, se trata significativamenye de un imaginario instituyente. Su entidad es la de los sueños, las esperanzas y los terrores. Se trata del espacio que teje el futuro y lo releva de su inevitabilidad.

Sintetizando: se trata de ficciones funcionales que nos permiten explorar el mundo biotecnológico que se viene, desde un lugar equidistante al de la adhesión torpe o desviada, pero también del rechazo anticipado, ingenuo y básicamente retronostálgico que supone -erróneamente- que todo pasado fue mejor.

3. Ficciones funcionales

Los mundos paralelos como sinécdoques

Entre el mundo que tenemos y el que podríamos tener solo hay una mediatización: nuestra imaginación. Y de las formas que ésta toma para construir mundos alternativos, la mas poderosa de todas es la ficción literaria.. La imaginación nos abre el camino de la abstracción, habilidades para concebir alternativas y hasta permite evaluar esos mundos paralelos aun no nacidos, e incluso pensar en éticas alternativas.

La imaginación se dice de múltiples modos: oscura, original, creativa, matemática, científica, tecnológica, artística, sociológica, pero la que mas nos interesa en estos días no es otra sino que la imaginación de diseño, la imaginación puesta al servicio de mundos contrafácticos, inactuales, imposibles, inesperados.

La figura de Lubomír Dolezel figura en lugar señero en esta búsqueda. Nuestro mundo es solo uno de los infinitos mundos posibles. ¿En qué pueden consistir los otros? ¿Cómo explorarlos? ¿Como no sólo pensarlos sino también habitarlos? es uno de los desideratums del diseño especulativo que trata de corporeizar en culturas materiales las reglas (legales, éticas y políticas; creencias, valores, miedos y esperanzas) de esos mundos alternativos y que encuentra en la ficción a su catalizador mas fructífero y alentador.

La filosofía, la ciencia política, la teoría literaria, el diseño de videojuegos y hasta la propia ciencia (ficcionalismo, ficciones útiles, organismos modelos, multiverso) abrevan en esta problemática, siendo para nosotros especialmente interesante la diferencia entre lo actual (lo que hay) y lo ficcional (lo que podía advenir). Pero nada mejor que la ficción (especialmente la literaria y la fílmica, aunque ésta con mucho menor poder de evocación) para invocar estos mundos alternativos.

Mundos ficcionales

Las utopías y la distopías nos vienen prometiendo mundos alternativos desde hace tiempo inmemoriales, empezando en la época moderna con la de Tomás Moro en 1516, hasta llegar a los clásicos de Aldous Huxley Un Mundo Feliz (1932) y George Orwell 1984 (1949).

Las mejores historias alternativas recientes extrapolan el capitalismo tal como existe desde mediados del siglo XX, proyectando en el futuro (nuestro presente) relaciones humanas hipercomodificadas, abstractas, mediadas por el dinero, el consumo y el deseo mimético puesto en los ricos y los poderosos.

En este terreno destacan las novelas de Philip Dick o The Space Merchants (1952) de Frederik Pohl & Cyril M. Kornbluth cuando la publicidad es el trabajo mas valorado y hay crímenes contra el consumo. Mas recientemente obras como Pastoralia (2000) de George Saunders donde hablar es una pecado castigado con la pena capital, o Happiness ™ (2003) de Will Ferguson satirizan esse futuro sin sorpresas.

También podríamos agregar en esta direccin ejemplos de películas como Idiocracy (2006), la encantadora pero sumamente triste Wall-E (2008), y la inesperada y sorprendente serie de Television Black Mirror una sátira acerca del peligro de que las tecnologías emergentes de hoy se conviertan en commodities tecnoasfixiantes en menos de lo que canta el gallo.

En Black Mirror cada episodio tiene un elenco distinto, un escenario diferente y una realidad discontinua de todas las otras. Pero todos apuntan a lo mismo, al modo en que cómo vivimos hoy y como podríamos vivir dentro de 10 minutos si metemos la pata (y el estreno reciente de The dawn of the planet of the apes. Confrontation (2014) revela cuan fácil es que eso ocurra).

Trasfondo de valores

Para nuestros fines lo que importa de todos estos ejemplos no es la narrativa (ni su calidad literaria asociada) sino el trasfondo de creencias, las ideas en estado puro, si es que es posible deshacerla de sus envoltorios estilísticos, literarios, argumentativos.

Es el caso de Red Plenty (2010) de Francis Spufford, que en la propia introducción se presenta como la historia de una idea, la de la planificación económica a ultranza entendida como una varita mágica. Red Plenty pinta ese momento en la historia, y cómo llegó y cómo se fue; esa breve época en la que, bajo el liderazgo carismático de Nikita Khrushchev, la Unión Soviética se veía como un futuro de comunistas ricos y de capitalistas envidiosos, Moscú superaría a Manhattan en boato y luminosidad, cada Lada estaría mejor diseñado que un Porsche, y los Sputniks nos llevarían hacia las estrellas.

Lo mismo suede con obras como The world who wants it? de Ben Nicholson y The post-spectacular economy de Justin McGuirk. En ambos cases se trata de cambios espectaculares en el sistema económico, diseñados a partir de propuestas que oscilan entre lo normal y lo patológico, pero que de todos modos subvierten la noción de economía tal como la venimos practicando hace siglos.

Con lo interesante que son éstos ejemplos, treminn siendo aun demasiado abstractos y generales y no hablan del día a día que viviríamos si esas especulaciones se concretaran. Hacia esa dirección apunta After Man-A Zoology of the Future (1981) en donde Dougal Dixon postula la existencia de seis regiones fitogeográficas, animales con base en los actuales pero con una deriva muy distinta a la histórica, gracias a la inexistencia de la competencia humana. En vez de delirar Douglas proyecta y mantiene balanceados climas, plantas y animales sin humanos con una coherencia ejemplar, algo que nos hace sudar bastante. Al final no éramos tan indispensables.22

4. Diseñando futuros creíbles/deseables a través de la literatura especulativa

Historias de ideas

Aparte de esos futuros imaginados, inesperados pero creíbles/deseables, contamos con mucha novelas e historias que representan este género tan interesante que son las historias de las ideas. Es el caso de Oryx & Crake de Margaret Atwood que presenta un futuro postapocalíptico en una sociedad hipercomercial que explota entre otras cosas el comercio los órganos sin ninguna culpa.

Todas las propuestas de Atwood se basan en investigaciones actuales proyectadas con mucha verosimilitud (al mejor estilo de Minority Report). ¿Qué pasará cuando la biotecnología se convierta en un negocio que todo lo devora, como hemos visto reiteradas veces en la saga de Robocop y películas semejantes? La autora dice no escribir ciencia ficción sino literatura especulativa al insistir en las implicancias sociales, éticas y culturales de las futuras innovaciones, y no tanto en su carácter científico o tecnológico que es lo que predomina en los futuros sin sorpresa.

Contamos también otras propuestas que nos conectan con futuros distópicos de un modo muy poco previsible. Es el caso de Will Self con su obra The Book of Dave: A novel que muestra como diseñar una civilización basada en un libro religioso escrito por un taxista alcohólico con todos sus prejuicios asociados, llevando a construir un mundo distópico, surrealista y profundamente injusto 500 años mas tarde.

2 Book of Dave

Como en el caso de la obra de Atwood lo que ambas piezas tienen en común es mostrar como un método riguroso de argumentación puede llevar desde puntos de vistas muy idiosincráticos a construir mundos impensados, complejos y profundamente disruptivos. En las antípodas de los que tenemos hoy, recordándonos que los nuestros también obedecen a «templates», «reglas generativas» y principios de inferencias, que podrían haber sido infinitamente distintos.

Encontramos un tipo similar de aproximación en The City and the City de China Mieville que postula la existencia de fronteras artificiales, ciudades paralelas mutuamente ignorantes unas de las otras, y donde un crimen obliga a «saltar» de una ciudad a la otra (cuando «saltar» entre ellas equivale a un crimen de lesa humanidad), obligándonos a repensar de cuajo las nociones de nacionalidad, estatalidad, identidad y condicionamiento ideológico, convirtiéndose así en un ejemplo maestro de ficción político-científica. Todo es familiar en el libro pero la puesta entre paréntesis de la noción de frontera abre infinidad de mundos posibles alternativos. Repensar la frontera es reinventar el mundo y por eso esta obra entra en el grupo de los buenos diseños especulativos.

Que las ficciones se escriben y arman de distintos modos queda mas que de manifiesto en la obra de Charles Yu How to live safely in a science fictional universe. que revela una fusión del diseño de videojuegos, medios digitales, efectos especiales y realidad aumentada. El protagonista YU es un viajero del tiempo cuya tarea consiste en evitar que los viajeros de TM-31 caigan presos de las paradojas de los viajes en el tiempo. Se trata de una obra de ciencia ficción conceptual que recombina todo tipo de realidades y temporalidades.

La gran pregunta que surge al toparnos con estas obras inesperadas y suculentas es si el diseño especulativo puede construir dispositivos que estén a la altura de estas narrativas o debe contentarse tan solo con las ficciones literarias por mas poderosas que ellas sean.

5. Experimentos mentales, Contrafácticos y el poder de los dispositivos especulativos

Experimentos mentales

La materialidad de las propuestas de diseño, al ser expresadas a través de dimensiones físicas acercan las historias a nuestra realidad y necesidades, alejándolas de los personajes de ficción propios de las novelas filosóficas o especulativas. De lo que se trata es de abrazar el diseño especulativo no en términos de narrativas o de mundos coherentes, sino mas bien de experimentos/construcciones mentales bosquejadas a partir de ideas expresadas mediante el diseño, para pensar las cuestiones difíciles, dolorosas, complejas, irresolubles… en principio que nos acosan.

Los experimentos mentales se usan en las matemáticas, física y filosofía para testear ideas, refutar teorías, cuestionar límites o explorar implicaciones eventuales. Hacen pleno uso de la imaginación y a veces conforman diseños muy bellos en si mismos (Baggini, 2005). Es posible incluso fusionar narrativas y conceptos para generar ficciones funcionales como lo hizo Edwin Abbott en Planolandia. Un romance de muchas dimensiones (1884) al explorar las interacciones entre seres que viven en una, dos y tress dimensiones, para quienes el comportamiento de los que habitaban en dimensiones mas altas que las suyas eran totalmente incomprensibles.

Reducción al absurdo

Una forma de los experimentos mentales es la reducción por el absurdo, un tipo de argumento lógico en el que se defiende una tesis solo por el afán de argumentar, y se deriva un resultado absurdo o ridículo al llevarla al extremo, llegando a la conclusión de que la tesis inicial seguramente era errónea al conllevar una conclusión absurda.

Un buen ejemplo «físico» de este tipos de razonamiento es The Toaster Project (2009) de Thomas Thwaite, quien se embarcó en la construcción de una tostadora para llevarse la sorpresa de que esos aparatitos constan de mas de 400 partes. Por ello para reconstruir una decidió concentrarse en 5 materiales: cobre, hierro, níquel, mica y plástico. Después de casi 9 meses de trabajo consiguió agenciarse de todos estos materiales y finalmente emprendió la tarea de construir su tostadora, una tarea palmariamente imposible como quedó documentado en

al ser imposible para una sola persona decantar mineral de hierro.

Su objetivo mas que lograr crear una tostadora era mostrar nuestra dependencia tecnológica, lo difícil que es obtener los insumos de los objetos que nos rodean, la dificultad de crear dispositivos tan tontos como un aparato que calienta el pan cada mañana, y sin embargo omnipresentes en nuestra cotidianeidad devenidos necesidades naturales.

Contrafácticos

Otra forma de experimento mental son los contrafácticos. Se cambia un hecho histórico consagrado, hipotetizando ¿qué hubiese ocurrido si el mismo no hubiese acontecido?, ¿si Hitler hubiese ganado la 2da Guerra Mundial?, ¿si Perón hubiese sido asesinado en la cañonera paraguaya?, ¿si Kennedy hubiese terminado su mandato? Para el diseño se trata de crear mundos paralelos en vez de hacer predicciones apodícticas.

El proyecto de James Chamber Attenborough Design Group (2010) muestra como puede trasladarse la idea de los contrafácticos al diseño. La pregunta que se hace Chambers es ¿qué hubiera pasado si el director de documentales naturalista David Attenborough en vez de serlo se hubiese convertido en un diseñador industrial?

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Enamorado de la naturaleza en cualquier caso el diseñador «paralelo’ Attenborough crea el grupo que lleva su nombre para explorar como se podría utilizar el comportamiento animal para dotar a los equipamientos electrónicos de un instinto de supervivencia: la Gesundheit radio que estornuda el polvo que perjudica su funcionamiento, un Floppy disk portátil que se eleva de la superficie si detecta agua impidiendo su inutilización son su mejro ejemplficación.

The Attenborough Design Group from Tom Judd on Vimeo.

La conclusión obvia es que dotar a los aparatos de sensores prolongaría su longevidad, aunque ella va en contra de la obsolescencia planificada que preside la producción industrial en las últimas décadas. Pero también serviría para intensificar el lazo emocional que los aparatos mantendrían con sus usuarios al facilitar la proyección de afectos sobre dispositivos animaliformes.

Un trabajo en la misma dirección es The Golden Institute(2009) de Sasha Pohlepp. Partiendo de la hipótesis de que Jimmy Carter hubiese conseguido reelegirse derrotando a Ronald Reagan, se habrían destinado cantidades ilimitadas de dinero para desarrollar energías no convencionales convirtiendo a USA en un país pletórico en energía. Comolementariamente se habrían conertido a Nevada en una zona de experimentación atmosférica, que habrían llevado a modificar las autopistas, transformándolas en generadoras de electricidad.

Escenarios del tipo ¿qué pasaria si?

En estos casos se elimina casi por entero la narrativa y se va a lo básico. La ciencia-ficción de los años 1950 (John Christopher, Fred Hoyle, John Wyndham) se especializó en el género recurriendo a fantasías lógicas como las invasiones alienigenas (fue el caso de Wyndham con El día de los Trifidos)

La propuesta busca detectar los fenómenos extremos que pueden quebrar una sociedad, desde plantas modificadas genéticamente que escapan de laboratorios hasta la manipulación del lenguaje y dle comportamiento, y sin hacer mayor fanfarria focalizarse sobre los efectos del «desastre o la anomalía» en la gente común como uno.

También tenemos ejemplos bizarros de «what if» en el cine como la obra Dog Tooth (2009) de Yorgos Lanthimos donde los padres le inoculan a sus tres hijos creencias absurdas y hasta horripilantes que alteran toda la semántica llevándolos a interacciones caóticas entre ellos y el resto de la gente.

La obra del Atelier Van Lieshout (AVL) SlaveCity-Cradle to Cradle (2005) es un ejemplo llamativo de ejercicio del tipo ¿qué pasaría si? aplicado al diseño. La pregunta conductora en este caso es ¿cuál sería el tamaño máximo viable de una ciudad si usáramos a los humanos como esclavos para producir su energía o en elcaso de que ellos mismos fueran la fuente energética al mejor estilo de Matrix? ¿Cómo habría que diseñar el sistema?, ¿qué equipamiento se necesitaría?, ¿cuánto espacio?, ¿qué tipo de edificios, maquinaria, etc? Nunca se ve el proyecto en su conjunto, solo bocetos, modelos, prototipos pero la lógica del diseño es implacable.

El diseño ha sido pervertido por el consumo y está en estado de negación… de los mundos alternativos o paralelos. Si bien ha habido manifestaciones esporádicas de post-diseño como las exposiciones de coches conceptuales, o de haute couture experimental), el diseño ha sido tan cooptado por la industria que sus sueños se han encogido de manera aterradora, ni que hablar del diseño social.

El objetivo del diseño especulativo es desestabilizar el presente mucho mas que predecir (monocorde e inútilmente) el futuro (Clarke, 2011), si no desacoplamos al diseño del consumo y de la industria no podremos liberar a la imaginación volviéndola parte de la cultura especulativa. Pero si lo hacemos siguiendo los lineamientos propuestos por la interesante curadora del MOMA Paola Antonelli podremos incubar un nuevo tipo de diseño capaz de iluminar los desafios y retos que están generando fricciones sin par (múltiples, esquivas, incomprensibles) en el proceso civilizatorio.

Referencias

Antonelli, Paola «The world in 2036: design takes over» Economist On Line 22/11/2010. Baggini, Julian The pig that wants to be eaten: and ninety-nine other thought experiments London, Granta, 2005.
Black Mirror Le futur en forme de cauchemar réaliste, 2013.
Chen, Yvonne et al Synthetic Biology: Advancing Biological Frontiers By Building Synthetic Systems Kindle Edition, 2014.
Clark, Stephen R.L Philosophical Futures.Beyond Humanism: Trans- and Posthumanism. Frankfurt am Main, Peter Land, 2007.
Church, George M. Regis, Ed Regenesis: How Synthetic Biology Will Reinvent Nature and Ourselves Basic Books, 2014.
Dolezel, Lubomír Heterocosmica: Fiction and Possible Worlds</em> John Hopkins University (2000)
King, James Dressing the meat of tomorrow .
Miéville, China Unsolving the city: an interview.
Miodownik, Mark Stuff Matters: Exploring the Marvelous Materials That Shape Our Man-Made World Houghton Mifflin Harcourt (2014).
Oatley, Keith Such Stuff as Dreams: The Psychology of Fiction (2011)
Regine Life Support – Could animals be transformed into medical devices? .
Suárez, Mauricio Fictions in Science: Philosophical Essays on Modeling and Idealization 2010
Wohlsen, Marcus Biopunk: Solving Biotech’s Biggest Problems in Kitchens and Garages (2011)

Comentarios

  1. InterLink Headline News 2.0 — Interlink Headline News Nº 7137 del Martes 19 de Agosto de 2014

    […] En esta tercera parte sobre el diseño especulativo escrito por Alejandro Piscitelli, encontraremos nuevos proyectos y artefactos para pensar el modo en que hacemos y consumimos. El objetivo del diseño especulativo es desestabilizar el presente mucho mas que predecir (monocorde e inútilmente) el futuro, si no desacoplamos al diseño del consumo y de la industria no podremos liberar a la imaginación instituyente.leer más […]

  2. InterLink Headline News 2.0 — Interlink Headline News Nº 7143 del Lunes 24 de Agosto de 2014

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