Nuestra propuesta de hoy es seguir mirando a YouTube pero poniendo en juego otras miradas y contextos, relativos al papel que juega esta plataforma en la transformación de los medios audiovisuales actuales.
En ese sentido, hay que ver las producciones de YouTube, creadas y organizadas de modos en gran medida heterogéneos (diferentes tipos de usuarios productores, diferentes géneros, diferentes emparentamientos con la televisión, el cine y otros modos audiovisuales), se vinculan a la ecología de los medios de formas muy específicas y a la vez transformadora de esa ecología.
Entender a los medios como una ecología supone, como lo hizo Neil Postman en 1968 http://www.media-ecology.org/publications/MEA_proceedings/v1/postman01.pdf, dos cuestiones. La primera es entender que los medios de comunicación se encuentran completamente imbricados en las actividades sociales y culturales cotidianas, modelando nuestras prácticas,, hábitos, formas de pensar. Todo esto más o menos lo sabemos.
La segunda cuestión que implica la visión ecologista es que los medios no funcionan de modo aislado, sino que son cada uno elementos de un sistema que tiende al equilibrio. Es decir, que si un nuevo medio ingresa en el ecosistema de medios, todo el sistema cambia para adaptarse a él. Es decir, que una nueva tecnología, un nuevo medio como lo fue YouTube en los años 2006/2007/2008, los años de su mayor novedad, produce también modificaciones en los medios que los rodean. Por otro lado, el nuevo medio nunca es completamente nuevo, sino que es una remediación del medio anterior. Esto también lo vimos hace varios teóricos atrás en relación a YouTube, cómo había en la plataforma implícita una reelaboración de la televisión, expresadas no sólo en las prácticas de los usuarios sino también en las maneras de presentarse de la plataforma, en su marca y en su logotipo. ¿Cómo se relaciona entonces YouTube con la ecología mediática que la rodea? ¿Qué toma de esa ecología y a la vez qué aspectos de esa ecología transforma?
Para pensar sobre esto vamos a tomar un par de puntos fundamentales:
- Primero que YouTube no sólo se enlaza en una ecología de medios, sino que también lo hace en una genealogía de medios. Y podemos decir que YouTube tiene dos genealogías: por un lado la de las producciones audiovisuales: el cine, la televisión, los videos producidos con filmadoras analógicas caseras, las reproductoras de VHS, el control remoto televisivo. La segunda genealogía de YouTube viene del medio digital y consiste en formar parte de aquélla Web orientada a la producción del usuario denominada alguna vez Web 2.0, que torna protagonista al contenido creado por el usuario.
- En segundo lugar intentaremos comprender qué transformaciones produce YouTube sobre sus medios vecinos. En este sentido, según Paul Grainge, el autor del texto que nos parece central en esta clase, “Medios efímeros”, la mayor modificación que introduce YouTube en la ecología de medios es la revalorización de lo efímero: aquello que es transitorio y no deja marcas durables en el tiempo. Precisamente esas formas efímeras son al menos para el público y los analistas de los medios, aquello que es periférico a las formas audiovisuales durables. Lo durable se distingue de lo efímero por ejemplo, por su duración (se extiende en el tiempo en formatos de capítulos y episodios), por la propiedad intelectual o también por la especificidad del género: serie, telenovela, film, ficción, etc. En cambio los medios efímeros no poseen copyright, su duración es escasa y no se extiende en el tiempo, y se compone de géneros heterogéneos. En suma, históricamente, lo efímero fue durante mucho tiempo una suerte de material de descarte audiovisual. Esto es bien interesante de la irrupción de YT en la ecología de medios, porque ya no estamos hablando de cambios solamente cuantitativos, sino de diferentes modos de ver, de otorgar importancia a los productos culturales, y de comprenderlos e historizarlos. Creo que el foco puesto en aquellos productos durables es lo que no nos permite encuadrar hasta el momento el tipo de producciones cuantiosas en términos de audiencia de YouTube pero breves en términos de duración, y pensarlas desde lo efímero nos permite reencuadrarlas dentro de la producción cultural actual, dado que lo efímero de YouTube tiñe a la vez de efímero a los medios que lo rodean. En el año 2010 la agencia de publicidad inglesa Thinbox, mencionada en el artículo de Grainge, parece haber tomado nota del poder de lo efímero y produjo una serie de comerciales sobre comerciales, donde rescata la influencia que tiene la publicidad en el público y sus formas de vida. Este es uno de ellos.
La resignificación de lo efímero
La tendencia a la comunicación móvil, la sobreoferta de información que deriva en escasez de atención, la atención cada vez más fugaz son elementos que impulsaron nuevos formatos cortos y géneros basados en la brevedad.
Pero lo efímero tiene una historia en las formas audiovisuales, o bien una anti-historia. Fotografía y cine hicieron incansables esfuerzos por fijar lo efímero, en una tensión que refleja una tensión entre el deseo de la duración y la permanencia en la archivística, y el deseo de lo efímero, tensión que es puesta de manifiesto en el tráiler de Boyhood, cuyo director, Richard Linklater, tardó doce años en filmar, usando siempre el mismo actor desde que éste tuviera seis años hasta sus dieciocho, en un intento por capturar lo efímero del cuerpo humano y volverlo duradero.
En una coyuntura histórica diferente, una tensión similar se puede observar en la doble función de YouTube como plataforma de streaming de video y su interfaz de archivo.
En términos de representación tal vez no es de extrañar que el espectáculo de video online ha atraído comparación frecuente con los actualités del cine (Broeren, 2009). Al volver escenas de la vida cotidiana en “atracciones” de formato corto, tanto el primer cine como el video online se caracterizan por un modo atractivo de visualización señalado en distintas épocas, por su relación con los regímenes visuales y temporales emergentes. Ya sea saliendo del shock generado por la velocidad de la máquina en los comienzos del siglo XX, o la inmediatez de las tecnologías de la información en los comienzos del XXI, lo efímero se ha asociado en los períodos de transición del desarrollo de los medios con formas textuales particulares tales como los comienzos del cine y el video online, que, en su inmediatez temporal y su característica de espectáculo cotidiano, han llegado a encarnar cambios en las bases sociales y tecnológicas de la vida cultural moderna.”
En esa época lo efímero tenía que ver con: la duración, la fragilidad del material de archivo, la cantidad de veces que se proyectaba el material.
“La típica película clásica de Hollywood, por ejemplo, era proyectada en salas de un cine de segunda en doble función, durante tres o cuatro días y nunca volvería a proyectarse. En este sentido, el cine puede ser visto como un medio altamente transitorio.”
Con el tiempo y la incorporación de otras tecnologías, el DVD o la masterización, el cine fue transformándose de lo efímero a lo durable. La televisión, en cambio, ha sido siempre el terreno de lo efímero, el vivo y el directo, el flujo entre programa y programa, el perderse una transmisión y ya no poder volver a verla son índices de la fugacidad del medio televisivo. Sin embargo, con el tiempo esa fugacidad también ha ido restringiéndose a partir de tecnologías de registro. En la actualidad, la digitalización ha posibilitado la organización de la televisión en bases de datos, por ejemplo Netflix y otros sistemas de OTT TV
…la ontología de la televisión está en proceso de ser transformada desde un flujo de difusión lineal hacia uno de navegación de bases de datos. A medida que los servicios de televisión online y plataformas digitales retiran cada vez más el contenido televisivo de la lógica del horario de emisión, este contenido se ha vuelto más ubicuo y disponible.
La tv no pierde su condición de efímera, pero sí cambia las características de lo efímero: los contenidos se “desatan”, se atomizan y publican por fragmentos breves, cambian de plataforma o se publican en más de una de ellas, se accede a ellas de diferente modo, y se generan nuevos géneros y formatos televisivos cuya principal plataforma de distribución es YouTube:webisodios de corta duración y distribución exclusiva en YT, trailers y making off , a los que podemos agregar también las producciones de los usuarios, como los mashups, las parodias, los remixes.
Don Draper presents Facebook timeline from CSquared on Vimeo.
En conclusión,
“En lo que respecta al giro digital, podría decirse que la televisión es ahora menos efímera en la evanescencia del contenido de la programación, pero mucho más efímera en la brevedad de las formas de promoción y paratextuales que rodean, movilizan y dan sentido a ese contenido.” YouTube es el contenedor por excelencia de esas formas efímeras, tanto en lo que hace a su duración como a su transmisión.
Es que la web es efímera por excelencia, compuesta de fragmentos atómicos que se actualizan segundo a segundo, en blogger, Instagram, e-bay, facebook, twitter, o cualquier otro sitio,
YouTube es fundamentalmente una base de datos. Mediante esta capacidad, demuestra el potencial de la web para ofrecer un archivo permanente de material digital. Sin embargo, en términos del espectador y la experiencia del usuario, Youtube, al igual que la web en forma más general, se define por la constante amenaza de la posible desaparición de los materiales, debida a links inhabilitados y páginas dadas de baja. Es en estos términos que Steven Schneider y Kirsten Foot se refieren a la web como “una mezcla única de lo efímero y lo permanente»
Esta tensión ha generado dudas acerca de si Internet podría ser un gran archivo del futuro y ha generado discusiones acerca de qué y cómo guardar las producciones para el futuro.
Nuevos géneros, formatos, plataformas
La Web ha convertido a las formas efímeras en lo más y lo menos importante a la vez. Y ha generado también nuevos géneros directamente comprometidos con la participación activa de los usuarios de muchas maneras diferentes (desde la social TV hasta las parodias y mashups, pasando por los ya conocidos comentarios, likes, etc) y generando nuevos espacios que trasvasan un solo medio, convirtiéndose en espacios transmediales. Varios autores de referencia han trabajado sobre este concepto en los últimos años, entre los más conocidos por nosotros están Henry Jenkins y Carlos Scolari.
Por su parte, a la acción distribuida de las empresas productoras de contenidos, hay que agregar al transmedia la formación de un público eminentemente participativo a través de diferentes actividades, tanto off como on-line. Las audiencias de participación parecen haber conseguido un espacio propio, aún más efímero que YouTube, la plataforma Vine. Propiedad de la empresa Twitter, otra artífice de lo efímero en la Web, Vine www.vine.co es lo efímero llevado a su máxima, o mínima expresión. Sólo acepta videos de una duración máxima de seis segundos, y los reproduce en forma de loop, o sea continuamente. Podemos buscar un tema y visualizar todos los videos que hay sobre ellos uno detrás del otro, a la manera de una televisión efímera. “Vine” quiere decir viñeta, ¿sería también una remediación de la historieta? Pensada especialmente por supuesto, para la comunicación celular, cuenta con una aplicación que permite filmar, editar videos, colocarle efectos y subirlos a la plataforma. Actualmente cuenta con 13 millones de usuarios que suben videos. A diferencia de YouTube, lo que Vine logra capturar de la televisión es su flujo continuo. Y dentro de nuestro viaje por las formas breves, puede que sea la remediación más interesante de la tv del último breve tiempo.
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