El señor que está en la foto se llama Bruno Latour y es seguramente uno de los pensadores que más tenemos en mente en nuestra Cátedra al momento de diseñar nuestras líneas de pensamiento y acción. Hizo su carrera como sociólogo de la ciencia en los años setenta, haciendo observaciones participantes en laboratorios de ciencias médicas con el fin de demostrar que la producción de conocimiento científico es una actividad social como cualquier otra, y de “abrir la caja negra” de la actividad científica. Como resultado, publicó un libro, en coautoría con Steve Woolgar, llamado “La vida en el laboratorio, la construcción social de los hechos científicos”.
Varios años después de su publicación, un estudiante le preguntó a Latour cuál sería el laboratorio de un científico social, y Latour contestó que sin duda el laboratorio del científico social es el texto, el artículo o el paper. Ese es el espacio que ellos, según el francés, usan para la construcción social de los hechos científicos sociales. Pero varios años después, nos encontramos con un panorama absolutamente distinto. Paralelamente a la integración de software en el estudio de los fenómenos sociales y culturales, cuestión que hemos visto a partir de los textos de Berry y Manovich, se comienzan a crear los llamados “Laboratorios de Medios”, cuyo principal objetivo es el estudio y la producción del llamado “software social”. Hoy precisamente me encontré con esta noticia: El MIT lanzó recientemente un laboratorio de máquinas sociales. Éste se dedicará a descubrir patrones y visualizar el comportamiento de los medios sociales masivos, es decir, algo muy parecido a lo que estamos intentando aquí nosotros. En este sentido les anunciamos que el teórico de la semana que viene será dado por Alejandro Piscitelli quien es especialista en este tipo de organizaciones innovadoras y podrá sin dudas darnos un visión afinada sobre ellas.
Nosotros no tenemos aquí un laboratorio de medios, de hecho para nosotros la Cátedra es nuestro laboratorio, pero yo me he preparado uno portátil aquí en mi netbook que espero compartir con ustedes en esta clase. Sé que en el último teórico estuvieron con Estela haciendo algún ejercicio experiencial sobre culturas participativas, lanzando globos al aire y poniéndoles pequeñas marcas, y en la clase anterior a ella estuvimos haciendo un análisis de actores de YouTube, poniendo un poco más de énfasis en las culturas nativas de YouTube, es decir, en aquéllas donde la plataforma juega un rol principal en la conformación de una práctica cultural no sólo de producción de contenidos sino también en la interacción social de sus participantes. Hablamos en su momento de los Vlogers, los gameplayers, los que difundían covers, o quienes armaban remixes o tutoriales. Un caso especial que nos gustaría tratar aquí hoy es el de los booktubers como cultura nativa de YouTube. Para esto les voy a pedir que me acompañen en este laboratorio portátil y pensemos nuestra mini-investigación sobre como un pequeño proyecto, muy parecido al que están ustedes comenzando a desarrollar. Recuerdan que los booktubers son aquéllas personas, en general bastante jóvenes pero hay excepciones, que se dedican a subir videos a la plataforma sobre libros y lecturas. Como cultura nativa, nos interesa saber qué características tienen, qué normas internas de funcionamiento, que libros leen, si forman o no una red o una comunidad.
Planteado entonces nuestro tema de trabajo, necesitamos pasar por una primera etapa de recolección información. Lo haremos a partir de un “crawler”, un buscador de información en YouTube llamado TubeKit. El mismo fue desarrollado por Chirag Shah http://comminfo.rutgers.edu/~chirags/, profesor de Ciencias de la Computación en Rutgers University . Es un programa desarrollado en PhP que busca información en YouTube y la baja a nuestra computadora en un archivo de base de datos. Su instalación requiere de un cierto nivel intermedio, algo de experiencia en instalar programas y entender una estructura de archivos. El programa es público, licenciado como software libre, y corre o bien sobre un sistema operativo libre (Ubuntu o Linux por ejemplo) o bien sobre un simulador de software libre para Windows. Si quieren usarlo pero se complica su instalación hemos logrado distribuir varias copias sobre máquinas pertenecientes a diferentes ayudantes de la Cátedra para asistirlos, así que no duden en contactarlos al momento de bajar la información para sus proyectos.
En esta presentación podemos ver no tanto cómo instalarlo pero sí cómo usarlo, para que ustedes puedan entender qué criterios necesitan tener en cuenta para solicitar información al programa.
Con esta aplicación he logrado bajar alrededor de ciento cincuenta videos a partir de la clave “Booktubers Argentina” y he obtenido una mayoría de videos en español pero no sólo de Argentina sino de varios países de Latinoamérica. Una vez que logré exportar la base de datos (subir la base a dive y poner enlace) a un archivo de Excel comencé a observar la columna de descripción de los videos y de allí empecé a hacer observaciones bastante provechosas:
- En principio, las descripciones estaban muy cuidadosamente realizadas y casi todas tenían enlaces a otras redes sociales de los usuarios, tales como blogs, twitter o Facebook, y por ejemplo, casi nada de anclaje en ubicaciones “reales”: países, ciudades, colegios o universidades. Esto me dio la pauta de que los booktubers son realmente una comunidad virtual y YouTube nativa. De hecho, procesando en una nube de palabras toda la información de esa columna (sin manipular ni filtrar) es YouTube la palabra que aparece una mayor cantidad de veces, seguidas de otras referencias a redes sociales. Podemos tomar esta recurrencia para apoyar nuestra tesis sobre la natividad de los booktubers en YouTube.
- Si seguimos leyendo la misma columna, veremos que además de referenciar los sitios sociales propios, en al menos más de la mitad de las mismas aparecen citados los canales de otros booktubers. A la manera del sistema de referencias y citas bibliográficas, parece ser una norma de la comunidad que toda vez que se menciona a un usuario, debe dejarse en la descripción el enlace a su canal. De esta manera, pensé, estos usuarios van construyendo una red, una comunidad: viéndose, citándose y siguiéndose unos a otros.
Por eso, el segundo trabajo de procesamiento de información que intenté fue el de asociar a los usuarios productores del video con los booktubers citados. Formé otra planilla con estos datos depurados y, usando los recursos de Many Eyes fui armando con ellos algunos gráficos de red, para intentar observar el comportamiento de la comunidad. Un poco por limitaciones técnicas desarrollé los gráficos en tres etapas: primero con setenta y cinco filas, luego con la misma cantidad, pero con diferentes datos, y en tercer lugar con ambas, a partir entonces de 150 filas aproximadamente.
Los gráficos que obtuve son los siguientes:
¿Qué podemos decir de estas redes?
Que directa o indirectamente casi todos los booktubers están unidos entre sí a partir de al menos algunos de ellos, que funcionan como conectores. No es una red densa, pero es una red. Podríamos decir que es una red delgada, y que algunos usuarios tanto citan a otros como son citados ellos mismos. Habría que ver si esta estrategia de citar y ser citados les trae beneficios, en términos de visualizaciones o suscriptores.
Es interesante que la estructura de la red no cambia básicamente en los tres gráficos, aunque en el tercero se vuelve un poco más densa en el centro. Tal parece que allí estarían los principales aportadores a la formación de la red.
¿Por qué la red no es tan densa? ¿Qué podríamos conjeturar? Que son muchos los BT citados pero que son pocos los que citan. ¿Por qué? ¿Tal vez compiten por audiencias? ¿Y rinde bien esta estrategia de citar poco? Por ejemplo, si vemos cuál fue el video más visto de esta lista, con cerca de 43.000 visitas, no fue precisamente uno que se dedicara a la crítica de un libro exitoso, sino uno que se dedicaba a hablar de…. Otros booktubers.
Y si vemos el segundo más visto, lejos con alrededor de 13.000 visitas, ése sí menciona algunos libros. Aquí entonces otro punto que apoya la amplia autorrreferencialidad de estas redes, vistas más cuando los integrantes se refieren más a sí mismos que al interés que los une.
Podemos aquí entonces ver algunos videos puntuales de nuestra lista, al menos los dos más vistos. Durante la clase presencial surgió alguna pregunta en relación a si con la metodología que estamos usando “se pueden ver videos” e integrarlos al análisis, ya que muchos alumnos pensaban que esta práctica no se corresponde con la perspectiva que adoptamos. Lo que explicamos es que sí, desde ya se pueden ver videos pero son videos puntuales que de alguna manera emergen de la lectura distante. Es como si estuviéramos enfocando con un plano abierto y de repente lo cerramos y enfocamos sobre un detalle de la escena. Podemos hacer eso en un momento dado del trabajo, pero no armar el proyecto sumando la visualización de videos uno tras otro.
¿Cómo continuaríamos este proyecto? Por supuesto, nos falta la parte principal: ¿cuáles son las lecturas que hacen estos Tubers? ¿A qué géneros pertenecen? ¿Habrá realmente más reviews de libros que videos donde lo importante es referir al otro? ¿Qué estéticas se usan? ¿Cómo aparecen los libros en éstas? ¿En la biblioteca, en la mano?
Dejamos hoy aquí, esperando haber podido dar el puntapié inaugural a la producción del proyecto, que nos ocupará la segunda parte de este cuatrimestre.
Los esperamos la clase que viene, con la presencia de Alejandro Piscitelli.
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