Roman Krznaric – The Good Ancestor

Comentarios

  1. Alejandro Baena Giraldo

    No-velar la vida, De-velar la muerte

    .
    Escribir con la propia sangre, hacer de la metáfora evangelio,
    sangrar con cada letra.

    Crecer sin juguetes entre libros, ausencias y fantasmas; desentrañar los silencios, escuchar en el vacío las palabras que nadie habla, nombrar al padre ausente desde siempre.

    Vencer al minotauro de las sombras del pasado. Engendrar entre tanto, una nueva vida, constelada en el orden perfecto del Amor.

    Vencer la tentación de acomodarse a lo fácil; resistirse a la queja. Leer entre líneas, lo que entre comillas…no es de nadie.

    Contemplar la eternidad en un segundo… “gastar” tres años a los treinta …para reinventar
    El porvenir para siempre.

    Mirar lo qué nadie ve, preguntar lo que parece obvio, saber que dicen los olores,
    Cuál es el color del desamparo y la orfandad.

    A qué sabe la desgracia, sin profanar el dolor de nadie. Vestirse del color de las nubes
    Para llegar al cielo con el viento.

    Testificar contra uno mismo, confesar lo indecible, para qué los sin voz también tengan derecho a la palabra.

    Curar las memorias del dolor, novelar la vida para hacerla creíble, vivible, noble, novelable.

    Reinventar el pasado en la escritura del presente, para redimirnos de lo que no elegimos.

    Rescatando la infancia de la infancia, para qué nunca sea tarde una infancia feliz, para nadie.

    Dejar a la tristeza sonreír de su tristeza, hasta que pueda también reír, o…llorar.

    Volver de los exilios y del éxodo sin odio, contemplando la luna nueva al amanecer.

    Presentirlo todo en la presencia de tú presencia…presente.

    Reconocer quienes hemos sido, cuándo no estábamos aquí.

    Vencer el azar, el delirio…y el olvido.

    Desenredar la madeja de los años, sin capitular, traicionarse, ni caprichos.

    ¡Ser Sustancia y Acto! Simiente, estrella, lirio.

    No dar explicaciones a nadie, de lo que no se puede explicar.

    Hablar en la primera persona del singular, para enfrentar el dolor de no tener nombre, ni plural.

    Conjurar la ausencia de lo masculino, en una madre demasiado presente.

    Exponer la propia intimidad, cómo recurso salvífico.

    Así, el drama de todos, es mi propio drama, y, el drama al ser No-Velado,
    Deja de ser el dramático gesto del ego.

    Y… por la alquimia del milagro de la escritura, el plomo se vuelve oro, novela, poema, canto.

    Y…Tú te transformas en curadora de almas, editora de sueños, cronista de alivios,
    novelista de cielos posibles, ahora, aquí.

    Te hiciste impredecible para la muerte. La vida entre tanto, sin titulares, se escribe sin letras de molde;

    Y al recordar sin dolor lo qué más duele, el perdonar trae la gracia del cielo,
    de conocer nuestros nombres verdaderos;

    Descifraste en el código mitocondrial de la memoria de tus células, el linaje sagrado de tu origen, en el Árbol de la vida;

    Para conjugar el verbo amar, en presente perfecto;

    Y redimir a los ancestros para qué, en el tiempo del futuro,
    puedan volver.
    y sean nietos con infancias más felices.

  2. Alejandro Baena Giraldo

    Gracias

    Soy un Revelde del Tiempo

    desde Colombia

    felicitaciones

    estoy atento

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