Hace casi una semana, se desarrolló un nuevo Super Bowl LII con una audiencia de 103.4 millones de telespectadores (según la compañia Nielsen). Este evento deportivo al tiempo musical dio vueltas por todo el planeta. En un solo espacio para comerciales, se estimó que los 30 segundos de pauta publicitaria costaron unos 6 millones de dólares. Pocas marcas pudieron ser parte: Budweiser, Mercedes Benz, Hyundai, Lexus, Toyota, Kia, Tide, Australia, Doritos, Montain Dew Ice, Wendys, Squarespace, Jeep, Avocados, Amazon (Alexa), e trade, M & M, skittles, Ultra, Groupon, Jack in the box, Turbotax, Pepsi, Taco Bell. A pesar de la gran inversión, la NBC recibió una baja en su audiencia: 7,1 %. Pero 103 millones de espectadores por el mainstream tradicional es un gran número.
Algunos PNT se dieron de manera impensada. Los usos desviados en medios transitan caminos insospechados. En el medio tiempo, cuando el cantante Justin Timberlake cerraba su show, se subió por una de las tribunas y un joven de 13 años salió a su encuentro. Ryan Mc Kenna saltó por las gradas y a los codazos llegó a su lado (mientras el público disfrutaba de la interpretación “Can’t stop the feeling”). En un plano americano sostenido, se visualizó su remera que tenía la referencia a un centro de Sky (Sunsay River) en el condado de Maine.
Esos segundos en televisión le permitieron ser acreedor de una semana gratis en dicho centro, como así también le sumó seguidores en su cuenta de twitter, solicitudes en Instagram y mensajes de sus conocidos por Snapchat. Su escuela secundaria, Derby Academy de Hingham, al sur de Boston, se sumó el 5 de febrero al reconocimiento de su joven estudiante. Ella también cobró visualización
Nuestro Sefie Kid, días más tarde, se sentaba en el Show de Ellen Degeneres. En la entrevista, Ellen indagó sobre el cambio que se había producido en esos minutos. Ryan habló de su popularidad (su rostro sumamente parecido al de J. T. de pequeño y ahora conocido por millones) como de la cantidad de memes que se habían creado a partir de sus problemas con el teléfono que se había visto en vivo (no lograba hacerlo funcionar) y de la selfie final que había sacado.
El joven culpó a su iphone 6 por su lentitud y mencionó diversos fallos que había tenido en ese momento. Claro, ante esta declaración, Apple no le envió ningún reemplazo.
Generaciones digitales, generaciones analógicas cruzadas por una misma experiencia: el super bowl.
En el siglo XVII, lo moderno, lo lumínico expresaba una mentalidad con temporalidad propia. Un continuum dado por la idea del progreso, del futuro.
En la liquidez moderna, lo instantáneo prima y es vorazmente consumido. No importa la forma sino la experiencia.
Ojos de videotape
Justin Timberlake nació en 1981, por lo que su infancia estuvo pregnada por un formato visual continuo: El VHS fue el sistema de grabación y reproducción de video más utilizado y popular desde su aparición en 1976, hasta su progresiva sustitución por el DVD en el 2002. “El movimiento masivo de música grabada en forma de piezas de plástico, al igual que el lento manejo de gran parte de la información en forma de libros, revistas, periódicos y videocasetes, está a punto de transformarse en una instantánea y económica transmisión de información electrónica que se mueve a la velocidad de la luz” señala Negroponte, en el año 1995. La mutación por aquella época ya se veía venir, era inminente.
Generaciones crecieron bajo la cinta analógica (VHS). La misma cobraba vida en un tubo de rayos catódicos. Un tiempo, una secuencia y un color particular. Una de las primeras experiencias de usuario que permitió observar los frames gracias al stop, fast foward y el rewind. La reproducción y la repetición.
El capitalismo afectivo cobra escena en el Super Bowl. Selfies. Luciérnagas individuales se encienden a través de dispositivos electrónicos, iluminando un estadio. El afecto es la última mercancía a producirse y consumirse masivamente.
Ojos de videotape: la única canción “lenta” del disco Clics modernos (1983) de Charly García (claro sin tener en cuenta Los Dinosaurios que el público tomó como denuncia en contra de la desaparición forzada de personas). Una pared pintada en las calles de Nueva York que da cuerpo a un disco emblemático del rock nacional. Una nueva forma de ver y escuchar (y eso es sumamente importante para nosotros: aprender y comprender estos cambios, identificarlos).
El músico musa de Charly se vio en ese estadio. Hubo una pauta que conectó el pasado con el presente. Un holograma de Prince se desplegó flotando en el aire. Claro, Minneapolis es la ciudad natal del fallecido músico. Completando la escena, la toma aérea de un drone, permitió ver el símbolo de El Signo, envolviendo e integrando el U.S. Bank Stadium con las calles de la Ciudad.
De la sociedad disciplinaria a la sociedad del control. Lo esencial es el dato cifrado, sin tener una ubicación específica. El control se ejerce al aire libre y en los tiempos de ocio inclusive.
Nuevas formas de socialización, de conocer y de aprender florecen. Sin pila, sin cable, sin piedra.
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