Hace dos años el genial Joi Ito actual director del Media Lab el MIT desde 2012, inició una nueva publicación Journal of Design and Science con un número dedicado a una visión holìstica de las ciencias y las humanidades.
JoDS forja nuevas conexiones entre la ciencia y el diseño, rompiendo las barreras entre las disciplinas académicas tradicionales en el proceso. Dirigiéndose a los lectores con mentes abiertas y curiosas, JoDS explora temas oportunos y controversiales en ciencia, diseño y sociedad, con un enfoque particular en las interacciones matizadas entre ellos.
Desde entonces se publicaron solo dos números adicionales, el último de los cuales muy recientemente.
Mientras que el primer número traía un somero homenaje a Marvin Minsky (1927-2016), y cuatro sesudas notas dedicadas a temas fascinantes como The Enlightenment is Dead, Long Live the Entanglement, Age of Entanglement, por Neri Oxman y una brillante proclama del propio Ito: Design and Science Can design advance science, and can science advance design?, los número 2 y 3 estuvieron dedicados al Holobionte, y el 3ro de reciente aparición a Resistir al reduccionismo precedido por un manifiesto del propio Joi Resisting Reduction Designing our Complex Future with Machines.
Este tercer número trata de diseñar un futuro complejo e incognoscible con máquinas, cuestionando teorías como la Singularidad y la toma de decisiones económicas basadas en el mercado. ¿Qué pasa si la promesa de la IA no es una cuestión de humanos versus máquinas, sino una de aumento de la inteligencia en colaboración con las máquinas? ¿Puede imaginarse un nuevo enfoque para aumentar el florecimiento humano informado por la cibernética de segundo orden, la dinámica de sistemas y los sistemas complejos, que resisten los peligrosos paradigmas reduccionistas que actualmente utilizamos?
Estos temas son los que venimos explorando en la cátedra @datosuba desde 1996, solo que desde perspectivas mas abstractas, acotadas por el reduccionismo académico (y su mantra “publish o perish”), ya obsoleto en casi todos los centros de investigación/diseño mas interesantes del mundo, hiperideologizados e incapaces de cualquier gesto de novedad o reinvención, en nuestras pampas. Ojala que no!
Precisamente lugares como el MIT, Harvard, Stanford, NYU, pero también el MediaLab Prado de Madrid, la Science Gallery, de Dublin, Le Laboratoire de Cambridge, etc., nos vienen enseñando desde hace al menos una década atrás, dónde concentrar los esfuerzos, hacia dónde alzar la mirada, dónde (y cómo) recombinar estos bisturíes analíticos con las ciencias del diseño, para crear opciones de futuros legítimas y apreciadas.
En este segundo teórico del cuatrimestre de verano de 2018 promovemos marcos, ejemplos y lecturas que van en direcciones análogas, desde nuestra periferia llena de dificultades pero también de visiones ortogonales e idiosincráticas.
NB A diferencia de otros escritos éste no pretende ser un relato coherente y cerrado, basado en una narrativa literaria de alto vuelo, sino mas bien un punteo con referencias, para que cada uno de ustedes (los no-alumnos del cuatrimestre de verano), le pueda sacar el jugo al mejor postor, profundizando en distintos aspectos y matices (incluyendo los 4 territorios de exploracion del cuatrimestre: 1, Big Data; 2 Fake News / Posverdad; 3 Inteligencia Artificial, 4 Mundo GAFA, que van desde la filosofía de la historia hasta la elección de hipotéticos temas de tesina en un futuro cercano.
Del Mundo VUCA al Mundo GAFA
1. Mr Mxyzptl
El Sr. Mxyzptlk es un personaje ficticio de historietas creado en Estados Unidos en 1944 por Jerry Siegel y Joe Shuster como un villano para las historietas de Superman. De apariencia de gnomo o duende, originalmente provenía de la dimensión Zrfff, también llamada quinta dimensión, posee poderes mágicos y tecnología que le permiten alterar la realidad y nadie, ni siquiera Superman, es inmune a su poder. Si bien Mr. Mxyzptlk no es intrínsecamente malvado, es un bromista, apostador y juguetón que le gusta engañar y hacer sufrir a Superman.
Si bien somos enanos que estamos sentados a hombres de gigantes, no somos cualquier enano y los gigantes tienen nombre y apellido. No vemos al mundo como es, sino como queremos que sea. Durante 30 años (entre 1945-1973) después de la destrucción masiva de ciudades de Europa y Asia, los 60 millones de muertos incluyendo combatientes, población civil, bombardeos sobre ciudades, holocausto, etc, marcaron un antes y después de la historia humana.
Para nuestra sorpresa después de tanta violencia y destrucción, vivimos décadas de renacimiento y liberación. Las colonias africanas (o países que nunca fueron colonizados como Etiopía) devinieron en 55 países. A pesar de sus problemas locales, de sus autocracias y trampas, el mundo parecía estar dando lugar a una democratización y crecimiento de la riqueza cada vez mayores.
Las revoluciones estudiantiles de 1968, la crisis del petróleo de 1973, y la caída del muro de Berlin en 1989, mostraron que el fin de la historia (la idea de democracia liberal como punto final de la evolución ideológica de la humanidad, anunciado alegremente por Francis Fukuyama en 1992), no estaba a la vuelta de la esquina y que el mundo sin antagonismos destructivos de mutuo aniquilamiento, ni amenazas nuevas creíbles, se estaba convirtiendo crecientemente en volátil, inestable, confuso.
Desde principios del siglo XXI -junto con la caída de la primera generación de empresas .com y la burbuja interneteana- nada ha sido igual. Un siglo que supuestamente venía condenado al éxito de pronto descarriló y nos dejo a todos en la banquina.
Acontecimientos mucho mas recientes como el derrumbe de las torres gemelas en de NYC en 2001, la crisis bancaria mundial de 2008 y los conflictos regionales (desde las guerras de Irán, Afganistán, hasta la emergencia de Al Qaeda e Isis y su presunto aniquilamiento) muestran que estamos viviendo en tiempos difíciles, inestables, violentos y sobretodo inciertos.
No es ésta la imagen que dan las empresas/plataformas de Internet que nos bombardean usando algoritmos cada vez mas poderosos con promesas de bienestar sin fin.
Mientras tanto algunos autores avispados -como es el caso de los Gershenfelds en Designing Reality: How to Survive and Thrive in the Third Digital Revolution– nos recuerdan que mientras vivamos en el mundo del cuerpo (y muchos no queremos abandonarlo, aunque Altered Carbon lo promete, claro solo para los hiperricos) tan importante (o mucho mas aun) que la transformación de los bits la son la de los átomos.
Podemos crear una Shanghai en 20 años pero podemos perder todo lo que tenemos en un instante.
La Information Anxiety nos atraviesa de cabo a rabo, y oscilamos entre imaginarnos utopías maravillosas o cataclismos a la vuelta de la esquina. Mientras que la mayoría de las voces de la izquierda son apocalípticas, un grupo de Nuevos optimistas con Johan Norberg y Steven Pinker a la cabeza quieren convencernos de todo lo contrario
Johan Norberg: “Somos adictos a las malas noticias”
Tenemos motivos de sobra para ser optimistas. Steven Pinker ofrece sorprendentes indicadores para medir el progreso
Sitios como Our world in Data cuestionan la verborrea negativa de los medios siempre dispuestos a transmitir noticias aterradoras y a asustar a la grey que conformamos los dubitativos y pesimistas.
Que hay problemas gravísimos duda atestiguado en la enunciación de los Big Challenges del Sustainable development goals (UNESCO),
Las grandes crisis políticas e institucionales han sorprendido a la opinión pública por sus resultados inesperados, por su virulencia y por la forma en que lograron que la mitad de la población antagonice con el resto. Trump/Brexit/Catalexit (algo que a los hackers rusos y a su emperador Putin le fascina) son el resultado de utilizar a los usuarios de las redes sociales como laboratorio.
De pronto nos parece ver al mundo al revés y suponemos que Mxyzptl es mucho mas poderoso que Superman.
A ello se le suman las debilidades inherentes de nuestro cerebro tan amigo de confundir lo real con lo que creemos que es real, para el cual la diferencia entre la percepción y la ilusión es mucho mas cuestión de calibración social, que de adecuación de los enunciados a la realidad, como mucha literatura reciente está dejando entrever.
Estamos viviendo debajo del domo de nuestras homofilias y autoconfirmaciones, estando cómodos solo con quienes piensan y actúan como nosotros, cada vez mas intolerantes hacia las diferencias y las discrepancias.
Estamos asistiendo al fin del poder como lo entendamos en mundos (imperiales y bipolares) mas unificados y homogéneos. Casi no nos damos cuenta de que estamos viviendo en un nuevo régimen de verdad establecido por el semiocapitalismo (Bifo).
Los hombres y las mujeres siguen aquí: viven, matan, sufren, intercambian bienes y hacen el amor como antes de la filosofía posthumanista, pero algo ha cambiado en cómo nos percibimos a nosotros mismos y a los otros.
A lo largo de la historia de la civilización, la abstracción creciente del mundo ha erosionado las huellas de un modelo de interacción basado en el entendimiento empático, fortaleciendo otro basado en la adaptación a una estructura sintáctica y a un código, con el esparcimiento del mal cada vez mass extendido. La piel efímera de la culura se desintegra frente al bombardeo del código.
Con la transición tecnológica hacia el entorno digital hemos llegado a un punto decisivo en la disociación entre empatía y vínculo social. La creciente exposición a un flujo de información frenético nos impide elaborar la masa de estímulos que saturan nuestra sensibilidad y nuestro tiempo de atención. En el ámbito emocional, la consecuencia es un incremento del estrés y la ansiedad; en el del poder, la sustitución de la voluntad política por un tipo de diseño biosocial que inserta respuestas automatizadas en nuestra percepción, imaginación y deseo.
Estamos viviendo el fin del poder como lo conocimos durante varios siglos. (Naim).
El poder está cambiando de manos: de grandes ejércitos disciplinados a caóticas bandas de insurgentes; de gigantescas corporaciones a ágiles emprendedores; de los palacios presidenciales a las plazas públicas.
Pero también está cambiando en sí mismo: cada vez es más difícil de ejercer y más fácil de perder. El resultado es que los líderes actuales tienen menos poder que sus antecesores, y que el potencial para que ocurran cambios repentinos y radicales sea mayor que nunca. Y que la psicosis decisional no se le ahorre a nadie que busca su reelección (indefinida) como el paso a la historia.
Todo lo que sólido se desvanece en el aire lo decía Marx hace casi 2 siglos, pero hoy lo vivimos con una fuerza y un poder de disolución (ayudado por las enormes concentraciones de capital y por la reapropiación de las plataformas sociales por parte de los gobiernos y los enemigos de la democracia) en un ejemplo de aprendiz del hechicero inesperado y dramático.
2. ¿Paraísos centauros? Del “enlightment” al “entanglement”
Desde el punto de vista de la ecología de las ideas el mundo está dividido entre tecnofílicos y tecnofóbicos. Entre quienes creen que la tecnología nos salvará y los que creen que nos terminará de destruir. Se trata de visiones miopes y reduccionistas por cuando ambos bandos suponen que la tecnología está separada de la naturaleza o contrapuesta a ella ignoando las enseñanzas desde James Lovelock a Bruno Latour), y por lo tanto sus diagnósticos son sesgados, obcecados y finalmente inútiles.
Dividir a las ideas en dos bandos es caer en la falacias dualistas que tanto le gustan a nuestro cerebro y a los ideólogos, que solo operan enfrentándonos, en un movimiento de reaseguro de la identidad propia, mediante la destrucción de la ajena.
Por ello debemos reconocer que la era del iluminismo (que culminó con la locura de la Revolución francesa guillotinando a sus principales protagonistas, y que se prolonga con el contrailuminismo yihadista, en ambos casos tertium non datur) debe ser reemplazado por un nuevo paradigma que haga estallar al dualismo y nos lleve nuevamente al monismo spinozista en un extremo y al “entanglement” (Nori Oxfam) en el otro.
Es hora de tomarnos en serio el irreduccionismo de Bruno Latour y de Joi Ito, de rechazar las divisiones disciplinarias, inspiradas en secciones administrativo-burocráticas fechadas, y de ponernos el sayo de lo anti-disciplinario como indican las buenas prácticas de los Laboratorios de Ciencias y Artes (que son nuestros guías y monitores).
Ese camino nos lleva directo a la articulación entre lo natural y lo artificial, lo humano y lo mecánico, pero en una dirección de convergencia reconciliada por la metáfora de centauro, de la integración entre lo conectivo y lo conexionista (Bifo), con lo difícil que puede ser esta articulación.
Así en vez de seguir insistiendo con la inteligencia artificial deberíamos hablar de inteligencia extendida o aumentada.
Los robots vienen en muchos modelos y formatos, algunos muy simpáticos -otros terroríficos-, pero mas allá del discurso de la singularidad, las máquinas están a años luz de los humanos, aunque podemos llevarnos cada vez mejor con ellas, bajo condiciones a definir.
Berti the robot tijera
Pepper
Terminator
Si nos tomamos las cosas demasiado a pecho volverán a tener el olor a naftalina que bien denuncia Mafalda. Es por ello que iniciativas interesantes y poderosas como las del MIT AI, Vector Institute y AI Now NYU en vez de endiosar ingenuamente a las máquinas (como hacen los dueños de las plataformas GAFA, pero también los críticos estatalistas que buscan apropiárselas con llos gobiernos ruso y chino a la cabeza), no dudan en criticar con acidez y perspicacia este discurso de la tontería filomaquinal. (ver apéndice al final para una serie de lecturas comentadas de lo mejor que tenemos en este arco)
3 Fuzzies/Techies
Hace mas de medio siglo que hablamos de Tercera Cultura pero no vamos mucho mas allá de la pontificación. Fueron necesaria muchas mini-revoluciones encastradas (microelectrónica, comunicación, conectividad, cultura maker, nuevos paradigmas organizacionales, del push al pull, polímatas, laboratorios de ciencias y artes, nuevos materiales), para que por fin pudiéramos entender a la educación, el trabajo y la cultura desde una órbita mas remix, que incluye en igual medida, a lo soft y a lo hard, a las humanidades y a la ciencia, al arte y al diseño con la ciencia y la ingeniería.
No alcanza con ir mas allá del dualismo, necesitamos codificar en prácticas nuevos principios como los que nos brindan Io & Howe en su manifiesto Whiplash. How to survive our faster future
1. Disobedience over compliance
2. Pull over push
3. Compasses over maps
4. Emergence over authority
5. Learning over education
6. Resilience over strength
7. Risk over safety
8. Practice over theory
9. Systems over Objects
Se trata de conectar cabezas, de nadar en la nueva explosion cámbrica de medios, plataformas y contenidos, formas de ver, de hacer y de sentir
La analítica cultural liberó un arenal de prácticas humanas que jamás antes habían estado a la vista, porque carecíamos de radares y de sensores para reconocer su existencia.
No solo podemos crear nuevos objetos culturales sino que podemos inventarles precedentes inexistentes, como en el caso de The Next Rembrandt
y para qué hablar sino desde los editores de genes con Crispr-9 a la cabeza que nos permiten incluso imaginar revivir especies extintas hace decenas o millones de años.
No se trata solo de recordar las trapisondas de Jurassic Park, sino de entender que la realidad es a veces mucho mas poderosa que la imaginación.
4 ¿En quién (como) creer?
El mundo VUCA nos sume en la incertidumbre y en la desconfianza. No hay vida social si no predomina el principio de cooperación de Grice por encima de todas las cosas.
«Haga que su contribución a la conversación sea, en cada momento, la requerida por el propósito o la dirección del intercambio comunicativo en el que usted está involucrado».
Nos puede resultar divertido saber que porque el lenguaje sirve para mentir puede decir la verdad.
Si una cosa no puede usarse para mentir, en ese caso tampoco puede usarse para decir la verdad: en realidad, no puede usarse para decir nada. La definición de ‘teoría de la mentira’ podría representar un programa satisfactorio para una semiótica general. Umberto Eco, Tratado de semiótica general,
Pero un mundo lleno de mentirosos, como si todo estuviésemos jugando al dilema del prisionero permanentemente, no es solo poco recomendable para mantener la cordura o la ética, sino enormemente ineficiente en términos de construcción social continua y de apuesta al futuro con un mínimo de garantía de continuidad y proyección.
Dr. House lo decía con cinismo y alevosía “todos mienten” por una buena razón.
Los algoritmos nos conocen mejor que nuestros íntimos, parientes y amigos, solo ellos saben cuánto somos lo que buscamos (y como lo buscamos). Yendo mas allá del cinismo Houseiano, Seth Stephens-Davidowitz en Everybody Lies: Big Data, New Data, and What the Internet Can Tell Us About Who We Really Are muestra la construcciòn social de la sociedad contemporánea a partir de nuestros clicks.
Al final de un día normal a principios del siglo XXI, los seres humanos acumularán ocho billones de gigabytes de datos en nuestras búsquedas en Internet. Esta asombrosa cantidad de información, sin precedentes en la historia, puede decirnos mucho sobre quiénes somos: los miedos, deseos y conductas que nos impulsan, y las decisiones conscientes e inconscientes que tomamos. De lo profundo a lo mundano, podemos obtener un conocimiento asombroso sobre la psique humana que hace menos de veinte años parecía insondable.
¿Qué porcentaje de votantes blancos no votó por Barack Obama porque es negro? ¿A qué escuela vamos?, ¿qué tan exitoso somos en la vida? ¿Los padres favorecen secretamente a los niños sobre las niñas? ¿Las películas violentas afectan la tasa de criminalidad? ¿Podemos ganarle al mercado de valores? ¿Con qué frecuencia mentimos sobre nuestras vidas sexuales y quién es más cohibido sobre el sexo, hombres o mujeres?
Google convertido en espejo, mas que una ventana, muestra como el mundo ha devenido un laboratorio.
Profundizando mas en las nuestras búsquedas cotidianas, nos encontramos con el backstage de cómo las plataformas usan nuestros datos para hacer ingeniería con nuestro comportamiento.
Have muchoss años @datosuba deambuló por el Captology Persuasive Lab de B.J.Fogg dejando al desnudo como las plataformas están diseñando máquinas para controlar nuestros deseos, usos y costumbres.
Los escándalos que han abrazado al gigante Facebook acusándolo de haber ayudado a Trump a ganar las elecciones, no reflejan mas que una mÍnima parte de lo que está sucediendo.
Un converso como Tristan Harris lo deja claramente al desnudo
How better tech could protect us from distraction
How a handful of tech companies control billions of minds every day
No solo Facebook influye en nuestras opiniones (pero mucho mas importante aun en nuestras acciones), sino que trabaja insistentemente con el FOMO (Fear or Missing Out) la ansiedad de que un evento emocionante o interesante pueda estar ocurriendo en otro lugar, a menudo provocado por publicaciones vistas en las redes sociales y nos lo perdamos.
No hay que recurrir a conspiraciones ni a usos desmedidos de las herramientas sociales para descubrir cómo operan estas nuevas armas de destrucciòn matemática .
Los modelos que se utilizan en la actualidad son opacos, no regulados e incontestables, incluso cuando están equivocados. Esto deriva en un refuerzo de la discriminación: si un estudiante pobre no puede obtener un préstamo porque un modelo de préstamo lo considera demasiado arriesgado (en virtud de su código postal), quedará excluido del tipo de educación que podría sacarlo de la pobreza, produciéndose una espiral viciosa. Los modelos apuntalan a los afortunados y castigan a los oprimidos: bienvenido al lado oscuro del big data.
O’Neil expone los modelos que dan forma a nuestro futuro, como individuos y como sociedad. Estas «armas de destrucción matemática» califican a maestros y estudiantes, ordenan currículos, conceden (o niegan) préstamos, evalúan a los trabajadores, se dirigen a los votantes, fijan la libertad condicional y monitorean nuestra salud.
¿Cómo se infiltraron los Cuatro (GAFA) en nuestras vidas tan completamente que son casi imposibles de evitar (o boicotear), o siquiera de percibir? ¿Por qué el mercado de valores los perdona por los pecados que destruirían a otras empresas? Y a medida que corren para convertirse en la primera compañía del mundo de un billón de dólares, ¿alguien puede desafiarlos?
Scott Galloway deconstruye las estrategias de los Cuatro que acechan bajo sus brillantes chapas. Muestra cómo manipulan las necesidades emocionales fundamentales que nos han impulsado desde que nuestros antepasados vivieron en cuevas, a una velocidad y alcance que otros no pueden igualar.
Ya sea que queramos competir con ellos, hacer negocios con ellos o simplemente vivir en el mundo que ellos dominan, necesitamoss entender a los Cuatro. Y seguramente regularlos.
Nada de estas desvíos y límites puede distraernos de que la batalla no está perdida, de que existen formas de cortocicutear sus manipulaciones, de que es posible hackear sus operaciones y postulados (en un abanico que va desde la improvisación, el aumento de la imaginación, los aprendizaje alumnocéntricos (autónomos) culminando con la gran lección que nos dan los Emiratos Arabes.
Que ya dejo atrás las consabidas, remanidas y retóricas agendas digitales y armó una agenda de inteligencia artificial, que ya incluye al primer ministro del mundo en ese rubro, el joven príncipe H.E. Omar Bin Sultan Al Olama, de solo 27 años de edad
APENDICE Una antología de libros que critican la unidimensionalidad de las plataforma digitales
Pero lo hacen con conocimienro de causa, enredándose en los algoritmos, viendo sus múltiples capas y contradicciones internas, sopesando alternativas y sobreyodo imahinando como seuerarlas. A veces con el tufillo de los conversos, otras con el de los arrepentidos. Atravesados por los aprendices de hechicero en los que se han convertido, liberando al monstruo de la botella.
No refugiándonose en un pre-capitalismo ingenuo ni recitando al Marx de 1850, cuando el mundo ha mutado hasta volverse irreconocible incluso para él, con su lucidez decimónica.
Bostron, Nick Superinteligencia. Caminos, peligros, estrategias, Teel ediciones, 2016.
Berardi, Franco «Bifo» Fenomenologìa del fin. Sensibilidad y mutación conectiva. La Caja Negra editores, 2017.
Crary, Jonathan 24/7. Capitalismo tardío y fin del sueño. Ariel, 2015.
Cohen, Noam The Know-It-Alls: The Rise of Silicon Valley as a Political Powerhouse and Social Wrecking Ball. The New Press, 2017.
Galloway, Scott The Four: The Hidden DNA of Amazon, Apple, Facebook, and Google. Oortfolio, 2017.
Eyal, Nir Hooked. How yo build forming-habit products. 2014.
Foer, Franklin World Without Mind: The Existential Threat of Big Tech. Penguin Press, 2017.
O´Neil, Cathy Armas de destrucción matemática: como el big data aumenta la desigualdad y amenaza la democracia. Capitan Swing, 2018.
Rushkoff, Douglas Throwing rocks at the Google Bus. How Growth Became the Enemy of Prosperity. Portfolio, 2017.
Taplin, Jonathan Move Fast and Break Things: How Facebook, Google, and Amazon Cornered Culture and Undermined Democracy. Little, Brown and Company, 2017.
Tufecki, Zeynep Twitter and Tear Gas: The Power and Fragility of Networked Protest. Yale University Press, 2017.
Turkle, Sherry Alone together. Why We Expect More from Technology and Less from Each Other. Basic Books, 2017.
Tigre, Febrero de 2018.
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